La Audiencia Provincial de Cantabria ha dictado una sentencia condenatoria contra un hombre por agredir sexualmente de manera reiterada a su sobrina, una menor de 14 años con discapacidad intelectual, durante un periodo de dos años. Los abusos culminaron con el embarazo de la víctima, que dio a luz a una niña cuando tenía 15 años.
El tribunal ha impuesto una pena de 13 años y medio de prisión, además de medidas restrictivas que incluyen la prohibición de aproximarse o comunicarse con la joven durante 15 años. Asimismo, el condenado queda inhabilitado para trabajar con menores durante dos décadas y deberá cumplir un periodo de libertad vigilada una vez salga de prisión.
En el ámbito civil, la sentencia le retira la patria potestad de la menor nacida como consecuencia de los abusos, a la que se le reconoce como padre, y le obliga a pagar una pensión alimenticia. Además, deberá indemnizar a la víctima con 50.000 euros por los daños físicos y morales causados, una cifra que la sala considera adecuada dada la gravedad de los hechos y la vulnerabilidad de la joven.
Reconocimiento de los hechos y pruebas contundentes
El acusado admitió su culpabilidad durante el juicio, corroborando los relatos de la víctima. Según consta en la sentencia, aprovechaba los momentos en los que estaban solos para someterla a tocamientos y penetraciones, tanto vaginales como anales, pese a la resistencia de la menor.
Las pruebas presentadas, incluido el testimonio de la joven ante el equipo psicosocial y el análisis de ADN que confirmó la paternidad del bebé, respaldaron la decisión judicial.
La resolución, aún no firme, permite la interposición de un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. Mientras tanto, el condenado permanecerá en prisión preventiva.