La tarde cordobesa fue el escenario de un duelo vibrante que enfrentó a un Racing de Santander decidido a confirmar su buen momento con un Córdoba que no puso las cosas fáciles. En un encuentro que tuvo errores, aciertos y emociones hasta el final, los cántabros lograron llevarse tres valiosos puntos con un ajustado 1-2.
El inicio del partido dejó frío al Racing, que vio cómo Saúl se convertía en protagonista negativo en apenas cinco minutos. Un doble error suyo permitió que el Córdoba se adelantara tras un desafortunado autogol. Sin embargo, lejos de venirse abajo, el conjunto dirigido por José Alberto reaccionó con rapidez. En el minuto 12, Íñigo Vicente habilitó a Pablo Rodríguez para que este marcara el empate, desatando la locura en la grada visitante.
La primera mitad transcurrió con ocasiones para ambos equipos, pero con un Racing que dejó dudas defensivas. Theo y Adilson generaron peligro constante para el Córdoba, aunque Ezkieta y Montero mantuvieron a los cántabros en el partido. Con el 1-1, el descanso llegó como una tregua para reorganizar ideas.
En la segunda parte, el Racing mostró otra cara. La entrada de Karrikaburu y Meseguer en el minuto 58 revitalizó al equipo. El premio no tardó en llegar: en el 63, un pase en profundidad encontró a Karrikaburu, quien, con elegancia, cedió el balón a Andrés para que este anotara el gol de la victoria. El de Aguadulce no falló y el Racing se puso por delante.
A partir de ahí, el Córdoba apretó en busca del empate. Adilson y Yoldi tuvieron en sus botas ocasiones claras, pero el conjunto andaluz se encontró con una defensa racinguista más sólida y un Ezkieta inspirado. Incluso en los minutos finales, cuando el tiempo añadido subió la tensión en El Arcángel, el Racing supo resistir.
La entrada de Lago por Vicente en los últimos minutos fue la muestra de la intención clara de José Alberto de asegurar los tres puntos. Y lo logró. El pitido final confirmó la victoria y dejó al Racing más cerca de sus objetivos en una temporada que promete emociones hasta el último suspiro.