El Gobierno de Cantabria ha aprobado esta semana la declaración del Campus Tecnológico de Centros de Datos ‘Altamira’ como Proyecto Empresarial Estratégico, convirtiéndose en el primero de estas características en la comunidad autónoma.
El proyecto, que se ubicará entre los municipios de Piélagos y Villaescusa, prevé una inversión superior a los 3.600 millones de euros, la más alta en la historia de la región. También contempla la creación de más de 1.500 empleos durante la construcción y otros 1.450 puestos estables una vez entre en funcionamiento.
La iniciativa ha sido valorada por su impacto económico, social y territorial, al alinearse con sectores estratégicos tanto a nivel regional como europeo. Además, gracias a su nueva consideración, los trámites administrativos necesarios se agilizarán a través de un procedimiento urgente que reducirá a la mitad los plazos ordinarios, salvo en los casos fiscales o de presentación de recursos.
El proyecto tendrá prioridad en las líneas de financiación autonómicas y contará con ventajas a la hora de acceder a avales públicos o beneficiarse de subvenciones para inversión empresarial, en las que se considerará su peso estratégico como criterio de valoración.
La presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, ha calificado la iniciativa como una «oportunidad histórica» para la región, que, en sus palabras, situará a Cantabria «en el mapa digital europeo», gracias a una infraestructura puntera que permitirá atraer empresas tecnológicas de primer nivel.
El Campus ‘Altamira’ estará dedicado al desarrollo de soluciones en inteligencia artificial y cloud computing, ocupará 637.000 metros cuadrados y se ejecutará en tres fases, con previsión de que la primera arranque en enero de 2026, una vez concluya la tramitación del Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR). Las siguientes etapas se prevén para 2028, y la entrada en funcionamiento total del complejo está fijada para 2032.
Buruaga ha subrayado la eficiencia energética del proyecto, que no utilizará agua para refrigeración y aprovechará el clima local para su ventilación natural. Además, ha destacado la posición estratégica del enclave, próximo a infraestructuras clave como la red de fibra óptica internacional que cruza Santander y la subestación eléctrica de Penagos, que garantiza estabilidad en el suministro sin necesidad de nuevas inversiones por parte del sistema.
Según la presidenta, este proyecto no solo fomentará el empleo y la inversión, sino que también actuará como catalizador para modernizar el tejido empresarial cántabro, facilitando el acceso de pymes a tecnologías avanzadas y potenciando la colaboración con universidades y centros de investigación.
Con esta apuesta, el Ejecutivo regional quiere consolidar su papel en la transformación digital, promoviendo un entorno que impulse el desarrollo científico, el almacenamiento de grandes volúmenes de datos y el uso de tecnologías emergentes como el Big Data o la IA, desde suelo y jurisdicción española.