La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria intensificó este pasado fin de semana los controles en carretera, coincidiendo con el incremento de desplazamientos. Como resultado, se detectaron 32 conductores que dieron positivo en los controles de alcohol y drogas, dentro de un operativo habitual en fechas de alta circulación.
En concreto, 19 de los positivos correspondieron a alcoholemia, de los cuales dos estaban implicados en siniestros viales. A ellos se suman otros 13 conductores que arrojaron resultado positivo en la prueba de detección de estupefacientes.
Entre los hechos más graves registrados destaca la interceptación, pasadas las 3 de la madrugada del sábado 11 de mayo, de un vehículo que circuló más de 10 kilómetros en sentido contrario por la A-8, a la altura de Castañeda. El conductor, un hombre de 47 años, fue localizado por una patrulla tras retomar el sentido correcto de la marcha y dio positivo en alcohol. Se le investiga por un presunto delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y bajo los efectos del alcohol.
Además, en la misma autovía A-8, a su paso por Liendo, se produjo un accidente en el que un vehículo salió de la vía e incendió tras el impacto. El conductor, un varón de 34 años, abandonó el lugar sin comunicar el siniestro ni tomar medidas para garantizar la seguridad del tráfico. Posteriormente fue identificado y también se le han abierto diligencias como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.
Desde la Guardia Civil insisten en que estos dispositivos, reforzados durante fines de semana y periodos festivos, buscan prevenir conductas de riesgo y proteger la seguridad de todos los usuarios de las vías cántabras.