Agentes de la Policía Local de Santander intervinieron este lunes en un caso de tenencia irregular de un perro considerado potencialmente peligroso. Los hechos ocurrieron en la calle Corconeras, donde una vecina de 54 años fue denunciada por varias infracciones relacionadas con su pitbull.
El animal, de raza pitbull, habría mordido a otro can, lo que activó el protocolo municipal. Tras la inspección, los agentes comprobaron que la dueña no contaba con la licencia obligatoria para tener un perro de estas características, ni disponía de la cartilla sanitaria al día con las vacunaciones y tratamientos requeridos. Además, el animal no estaba debidamente identificado.
Ante la situación, el Servicio Municipal de Recogida de Animales se hizo cargo del pitbull, que fue trasladado a sus instalaciones mientras se determina su futuro. Las autoridades recuerdan que la normativa exige cumplir con requisitos específicos para poseer razas catalogadas como peligrosas, con el fin de garantizar la seguridad ciudadana y el bienestar de los animales.