La Policía Local de Santander tramitó durante la madrugada de este jueves varias denuncias por molestias provocadas por ruidos en el interior de viviendas, tras recibir quejas de vecinos que no podían conciliar el sueño debido al volumen elevado de sonidos.
La primera actuación tuvo lugar alrededor de las dos de la madrugada en la plaza Amaliach, donde los agentes identificaron a un hombre de 57 años como responsable de un domicilio en el que se escuchaban gritos y cánticos en tono elevado. En la vivienda se encontraban reunidas varias personas, y el ambiente generó malestar entre los residentes del entorno.
Apenas quince minutos más tarde, a las 02:15 horas, los efectivos municipales se desplazaron a la calle Rumayor. En este caso, el motivo de la intervención fue el exceso de ruido y vibraciones procedentes de otra vivienda. El responsable, un varón de 56 años, fue igualmente identificado y denunciado.
La tercera intervención se produjo pasadas las cuatro de la madrugada en la calle Zaragoza. En esta ocasión, los agentes denunciaron a una mujer de 45 años por los ruidos elevados que provenían de su domicilio y que, según relataron los vecinos, impedían el descanso en la zona.
Las tres actuaciones se enmarcan dentro de los servicios habituales de control del orden público que realiza la Policía Local para garantizar la convivencia vecinal, especialmente en horario nocturno.