La Guardia Civil de Cantabria ha inmovilizado varios depósitos y surtidores de gasoil que se encontraban operativos sin licencia en una empresa de Colindres. El combustible, unos 3.000 litros en total, se almacenaba a escasos metros de un edificio residencial, lo que suponía un riesgo evidente para la seguridad vecinal.
La actuación comenzó tras una alerta ciudadana que levantó sospechas sobre la posible presencia de surtidores en un local comercial. Esta información motivó una inspección conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Local del municipio, que acabó confirmando la existencia de dos surtidores y dos grandes depósitos: uno con 2.000 litros de gasóleo tipo A y otro con 1.000 litros de tipo B.
Los agentes constataron que ni la instalación ni el uso de estos depósitos contaban con las autorizaciones exigidas. Además, durante la inspección se detectaron numerosas carencias en cuanto a medidas de seguridad: no había señalización de riesgo, sistemas contra incendios ni dispositivos de contención para posibles fugas.
Como resultado de esta intervención, se han tramitado un total de 48 denuncias administrativas por diferentes infracciones, que ya han sido remitidas a los organismos competentes: el Ayuntamiento de Colindres, la Agencia Tributaria a través del Departamento Regional de Aduanas e Impuestos Especiales, y la Consejería de Industria del Gobierno de Cantabria.
Las autoridades recuerdan la importancia de cumplir con la normativa en el almacenamiento y distribución de combustibles, especialmente cuando estas instalaciones se ubican cerca de viviendas.