El comité de empresa de DIAVIDA, compuesto por los sindicatos UGT, CCOO, CGT y USO, ha exigido la rescisión del contrato entre la firma valenciana y el Servicio Cántabro de Salud (SCS) ante los reiterados incumplimientos del pliego de condiciones y los daños causados a usuarios y trabajadores. A través de un comunicado, los representantes sindicales han solicitado a la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria que ponga fin al acuerdo, subrayando que el servicio de transporte sanitario programado no ha cumplido con las expectativas ni con los compromisos asumidos.
José Alberto Ibarguen, presidente del comité de empresa de DIAVIDA en Cantabria (UGT-Servicios Públicos), ha destacado que existen «motivos más que suficientes» para la rescisión, citando miles de reclamaciones por retrasos y cancelaciones en los traslados, así como los incumplimientos continuos tanto del contrato como del convenio colectivo. «Los pacientes están siendo los principales afectados por estos fallos, y la plantilla no ha visto mejoras», ha afirmado Ibarguen.
En un informe de 96 páginas, el Gobierno de Cantabria ya cuenta con las evidencias necesarias para rescindir el contrato, según ha explicado Ibarguen. Sin embargo, el comité ha criticado que las autoridades no hayan comunicado aún ninguna decisión al respecto, insistiendo en que «no tiene sentido esperar más». Además, los sindicatos han solicitado al Parlamento de Cantabria que actúe en la sesión plenaria de hoy para presionar a la Consejería de Salud a resolver la situación.
El informe, que detalla los incumplimientos del convenio colectivo y las resoluciones de las denuncias e inspecciones laborales, aún no ha sido divulgado oficialmente. Ibarguen también ha señalado que el Parlamento solicitó un informe jurídico para estudiar las causas de la rescisión del contrato, que debía haberse entregado en un plazo de 15 días, pero «por ahora, no sabemos nada de ese informe», ha lamentado.
El presidente del comité ha enumerado una serie de problemas laborales que agravan la situación, como los reiterados impagos de nóminas a los 136 trabajadores de DIAVIDA, la falta de un calendario laboral negociado, la ausencia de medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar, y el incumplimiento de las prescripciones técnicas, además de la falta de planes de formación para la plantilla. «Los motivos para rescindir el contrato son claros y están suficientemente documentados», ha asegurado Ibarguen.
Finalmente, el comité de empresa ha advertido que, si el Gobierno de Cantabria no actúa antes de las fechas de Semana Santa, retomarán las movilizaciones para exigir una solución definitiva.