Torrelavega ha sido este martes el escenario de una manifestación multitudinaria en defensa del empleo en la comarca. Alrededor de 5.000 personas, según cifras de la Policía Nacional, han secundado la marcha convocada contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretende aplicar Bridgestone en su planta de Puente San Miguel, y que supondría el despido de 211 trabajadores en Cantabria y 335 en la factoría de Basauri (Vizcaya).
La movilización, marcada por un ambiente de indignación pero también de unidad y emoción, arrancó a las seis de la tarde frente a la fábrica. Trabajadores acompañados por sus familias, muchos con niños, recorrieron las calles hasta la Plaza Roja de Torrelavega encabezados por una pancarta con el lema: «En Bridgestone no sobra nadie, faltan soluciones». Durante el trayecto, entre el ruido de bocinas, pitos y bengalas de colores, se podían ver carteles con mensajes como «Despidos no», «¿Qué más necesitáis?» o el desgarrador «No despidáis a mi mamá», sostenido por un niño.
El comité de empresa no dejó lugar a dudas en su mensaje a la compañía: “Para Bridgestone puede que seamos números, pero detrás de cada uno hay un proyecto de vida, una familia y un futuro”. Denunciaron que el ERE no responde a una situación de crisis, sino a una “decisión motivada por la avaricia”, que llega en un contexto de beneficios económicos “muy por encima de la media” y tras haber recibido “ayudas públicas importantes”.
Entre los asistentes se encontraban los alcaldes de Torrelavega, Reocín y Cartes —Javier López Estrada, Pablo Diestro y Agustín Molleda—, además de representantes de todos los grupos políticos del Parlamento de Cantabria, como la presidenta de la Cámara, María José González Revuelta. La imagen de unidad política fue reforzada por la presencia de diputados y concejales del PRC, PSOE, PP, Vox, IU-Podemos y Torrelavega Sí, todos enfundados en camisetas de apoyo a la plantilla.
La protesta, que culminó en la céntrica plaza torrelaveguense, finalizó con la lectura de un manifiesto por parte del presidente del comité de empresa, Luis Ruiz Eguren, quien agradeció el respaldo masivo de la sociedad cántabra: “Gracias por hacernos sentir que no estamos solos”. Ruiz advirtió del “daño irreparable” que estos despidos causarían no solo a los afectados directos, sino al conjunto del tejido económico de la comarca del Besaya, y alertó de que una pérdida tan grande de empleo “podría ser el primer paso hacia el cierre de las plantas”.
El comité exige a la empresa que retire o reduzca al mínimo el impacto del ERE y que presente un plan de viabilidad realista que garantice el mantenimiento de la actividad industrial en la región. “Esta lucha es contra la codicia de unos pocos y por la dignidad de muchos”, concluyó Eguren entre aplausos.
La manifestación coincide con el primero de los tres días de huelga general convocados en ambas fábricas. Según los sindicatos, el paro ha tenido un seguimiento “total”, y la producción ha quedado completamente paralizada tanto en Puente San Miguel como en Basauri.
El mensaje lanzado desde Torrelavega ha sido claro: la plantilla de Bridgestone y la comarca del Besaya no están dispuestas a quedarse de brazos cruzados mientras se ponen en riesgo cientos de puestos de trabajo y el futuro de toda una zona.