El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira celebra este año el centenario de la Casa 1924 con la exposición «Vínculos», un espacio dedicado a esta emblemática construcción que fue clave en la preservación de la famosa cueva cántabra. Esta conmemoración se produce en el marco de los 100 años desde la declaración de la cueva como Monumento Histórico Artístico, un hito que no solo protegió este patrimonio, sino que también destacó el arte rupestre como parte fundamental de la cultura española.
La Casa 1924 fue concebida como parte de un proyecto integral para la conservación de la cueva de Altamira. El proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Santillana y la Junta de Administración y Exploración de la cueva, contemplaba la edificación de una vivienda para el guarda de la cueva y el primer Museo de Altamira. Además de su función como alojamiento, la casa formaba parte de un plan de intervención para proteger la cueva, que incluía la reparación de filtraciones, el refuerzo de la estabilidad de la roca y la mejora del recorrido interno.
La Casa 1924, construida en un estilo montañés de principios del siglo XX, destaca por su arquitectura historicista, con elementos propios de la región, como los muros de sillería, la cubierta a dos aguas con aleros pronunciados y una solana de madera en la primera planta. En la exposición «Vínculos», los visitantes pueden ver postales históricas de la Casa y del primer Museo, así como fragmentos del acta de 1925 que documenta la finalización de la obra.
Entre las imágenes más sorprendentes se encuentra una fotografía de 1925, donada por Gitta Knümann, que muestra a un grupo de personas frente al arco de entrada aún en construcción, y otra que ilustra el interior del museo, acompañada de una crónica sobre la visita de Luis Martínez Kleiser publicada en ABC en 1933.
Hoy, la Casa 1924 sigue formando parte del Museo de Altamira y, tras varias reformas, continúa albergando el espacio de acogida a los visitantes antes de su acceso a la cueva. La exposición «Vínculos» es una oportunidad única para adentrarse en la historia de la conservación de Altamira y apreciar la belleza y la importancia de este lugar emblemático.