La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha abogado hoy por avanzar hacia modelos de aprovechamiento sostenible de los recursos forestales en una comunidad autónoma donde, según ha recordado, el 70% de la superficie es bosque
En este marco, ha destacado la “gran importancia” del proyecto FORTEXVAL, que hoy ha celebrado su jornada de lanzamiento en Ruente, y que está orientado precisamente a aprovechar los recursos forestales de esa zona, combinando medios tradicionales y tecnologías avanzadas de baja huella de carbono.
“Estamos ante una iniciativa trasformadora, ejemplarizante y que puede ser exportable a otras zonas de similares características en la región”, ha considerado la presidenta, que ha valorado la capacidad de “generar nuevas oportunidades de desarrollo económico y de empleo” en esa zona rural y, con ello, “avanzar en el objetivo compartido de retener población”.
La Mancomunidad Reserva del Saja y el Centro Tecnológico de Componentes, junto al Centro Tecnológico de Automoción de Galicia, componen el Consorcio que gestiona este proyecto, que supone una inversión de 620.000 euros, 545.823 procedentes de los Fondos NextGeneration, a través de la Fundación Biodiversidad.
La presidenta ha ofrecido la colaboración del Gobierno en este proyecto que parte de “una suma de esfuerzos” entre la Mancomunidad, que aporta “el conocimiento del medio y el territorio”, y los otros dos socios tecnológicos, que garantizan el aval técnico. “Son las mejores mimbres” ha asegurado la presidenta, que también ha valorado la participación de otras entidades como la Asociación Nacional de Tracción Animal y la Asociación de Criadores de Ganado Equino Hispano Bretón de Cantabria.
Buruaga ha asegurado que el Ejecutivo estará pendiente del desarrollo de este proyecto, que se prolongará hasta el 30 de julio de 2025, para evaluar sus resultados y “las posibilidades de cara al futuro”, teniendo en cuenta que el 70% de la superficie de la Comunidad Autónoma es forestal, y que Cantabria es la tercera autonomía de país con mayor extensión de bosques.
Este programa combina el uso de técnicas antiguas de extracción con tecnologías avanzadas de aprovechamiento y valorización. El objetivo es generar oportunidades económicas en la zona del Saja, con gran valor forestal, utilizando técnicas de extracción de bajo impacto ecológico y generando productos de valor.
Así, la extracción de los recursos forestales se realizará con técnicas no invasivas, esencialmente la tracción animal combinado con tecnologías avanzadas, y se realizará un aprovechamiento circular de los recursos para la obtención de biomasa para la fabricación de carbón vegetal de uso sobre todo agrícola y para la formulación de componentes termoplástico para la automoción con alto contenido en fibra natural.
El modelo actual se centra en obtener la biomasa para producir energía y la transformación industrial, utilizando técnicas de explotación que causan erosión, pérdidas de la calidad del suelo y de la biodiversidad y aumentan el riesgo de incendios debido al abandono de biomasa en zonas de actuación.
La presidenta ha señalado que este modelo ofrece un “menor impacto ecológico y una mejor conservación de los bosques, ya que evita la degradación y la pérdida de biodiversidad”.
“Además, tiene un impacto positivo en la reducción de riesgo de incendios y riadas” y contribuye a la “fijación de la población en el medio rural”, ya que fomenta la actividad económica y genera empleo verde en el medio rural. “Tenemos mucho que ganar con esta experiencia”, ha añadido.
A todos estos objetivos, se suma que el proyecto integra la perspectiva de género en toda la cadena de valor y que se incorporarán acciones de comunicación y concienciación sobre el nuevo modelo de bioeconomía.
Foto: Lara Revilla