El PRC de Santander ha alertado del hallazgo de más de un centenar de elementos prehistóricos en el entorno del Parque 2020 que se está construyendo en Mataleñas y ha insistido en la «paralización definitiva» de las obras ya que la valoración final del informe arqueológico constata que el yacimiento Faro de Bellavista Sur «se ha visto afectado por la ejecución del proyecto»
Así se desprende del informe técnico arqueológico requerido por el Servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria a finales de enero tras la paralización temporal de las obras, al que el Grupo Municipal Regionalista ha tenido acceso, en el que se afirma que en la zona en la que se están realizando los trabajos «se encuentra el yacimiento arqueológico denominado Faro de Bellavista Sur, que se ha visto afectado por la ejecución del proyecto».
Entre el material lítico recuperado se encuentran bifaces, raederas, lascas y núcleos de sílex, principalmente, y alguno de cuarcita, datados entre el Neolítico/Calcolítico, por lo que los regionalistas han vuelto a solicitar la «paralización definitiva» del proyecto, tal y como ya pidieron en una moción presentada al Pleno municipal del mes de febrero.
Ante la reanudación de las obras y tras conocer la valoración del informe, el portavoz del PRC santanderino, Felipe Piña, ha subrayado el valor paisajístico y medioambiental de esta zona «con frecuentes yacimientos arqueológicos, recogidos en el Inventario Arqueológico de Cantabria (INVAC), casi todos talleres líticos al aire libre, tanto del periodo Musteriense como del Neolítico/Calcolítico».
Tal y como ya manifestó en su intervención, Piña ha subrayado que la zona de Mataleñas es una de las pocas praderas litorales cantábricas que quedan «sin alterar por la acción humana» y que en ella habitan numerosas especies autóctonas de flora y fauna que se verían «irremediablemente amenazadas» por la construcción del parque, constituyendo un importante ecosistema ecológico cuya preservación debiera ser una «prioridad».
Así, el impacto que viene dado por la propia construcción del parque, que requiere de excavaciones, modificaciones de rasantes, hormigonados, cambios en el suelo, levantamientos de muros y cierres y la introducción de nuevas especies, «alterarán el equilibrio natural y dañarán la calidad medioambiental del entorno».
Por este motivo, desde el Grupo Municipal Regionalista pidieron en su moción el apoyo del resto de grupos de la oposición para evitar este «atentado contra la ciudad» y para consensuar una solución satisfactoria «que defienda el interés general de la ciudadanía y el respeto a la naturaleza y la cultura».