La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander ha dado luz verde este lunes al proyecto técnico para la rehabilitación y puesta en valor de la dársena de Molnedo, una actuación con un presupuesto base de licitación de 1.146.682 euros y un plazo estimado de diez meses.
La alcaldesa, Gema Igual, ha señalado que este paso supone un avance en la tramitación del proyecto, coincidiendo con la reciente firma del convenio con la Autoridad Portuaria para la cesión de los terrenos, necesarios para ejecutar la obra. Igual ha subrayado el enfoque patrimonial y respetuoso de la intervención, diseñada por el arquitecto Ignacio Bartolomé, que busca conservar la esencia histórica del malecón, sus elementos ferroviarios y marítimos, y su valor simbólico para la ciudad.
La actuación abarcará una superficie de más de 5.000 metros cuadrados y permitirá integrar este espacio, actualmente degradado, en el frente marítimo, reorganizando sus usos –peatonal, náutico, rodado y estancial– y mejorando su accesibilidad y estética. El proyecto contempla también la rehabilitación del paseo de más de 380 metros y la recuperación de elementos originales como adoquines, norays históricos o referencias a las antiguas vías del tren.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, César Díaz, ha destacado la doble finalidad del proyecto: recuperar la identidad histórica de la zona y ordenar sus usos para una convivencia armónica. Díaz ha valorado la “lealtad institucional” entre el Puerto y el Consistorio como clave para avanzar en la integración puerto-ciudad.
Además de la pavimentación, se renovarán las instalaciones de alumbrado con nuevas farolas y se instalarán mobiliario urbano y servicios. Una de las joyas del proyecto será la iluminación de los 49 arcos del espigón, una estructura portuaria del siglo XIX que se pondrá en valor como testimonio del pasado industrial de Santander.
En paralelo, se ordenará el tránsito rodado, reservando el acceso a vehículos autorizados, motos y servicios, con el fin de garantizar la seguridad peatonal, especialmente en épocas de gran afluencia como el verano. Esta intervención se suma a otras ya ejecutadas en la zona, como la renovación del Paseo de Pereda o la calle Castelar, consolidando así la transformación del entorno de Puertochico.