Desde este lunes, Cantabria estrena la Tarjeta Interoperable de Transporte de Cantabria (TITC), un avance decisivo para unificar el pago en todo el transporte público de la comunidad. Esta tarjeta sin contacto permitirá viajar en las líneas regionales de autobuses y en los servicios municipales de Santander, Torrelavega, Camargo, El Astillero, Castro Urdiales, Santa Cruz de Bezana, Laredo y Noja. Además, en junio de 2026 la TITC se extenderá también a la red de Cercanías de Renfe, integrando así los principales modos de transporte público bajo un sistema ágil, cómodo y seguro. La gran novedad es que los usuarios podrán recargar saldo no sólo en más de 200 puntos físicos repartidos por la comunidad, entre estancos, quioscos y taquillas, sino también digitalmente, a través de la web oficial y una aplicación móvil que permite gestionar el monedero en tiempo real, facilitando así un acceso 24/7 al servicio.
El coste para obtener la tarjeta es de 3 euros, tanto para la versión anónima como para la personalizada, que además ofrece ventajas como viajes con descuentos aplicables en todas las operadoras adheridas. La Fundación Centro Tecnológico en Logística Integral de Cantabria (CTL), dependiente de la Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, es la encargada de coordinar este proyecto, que ha contado con una inversión de más de 4,3 millones de euros financiados con fondos europeos Next Generation. Con este esfuerzo, el Gobierno cántabro da respuesta a una histórica demanda ciudadana, mejorando la integración del transporte público y haciendo una apuesta decidida por la digitalización y la sostenibilidad, que promete transformar la manera en que los cántabros se desplazan diariamente por la comunidad.














