La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha anunciado este miércoles que a partir del curso escolar 2025-2026 se reducirá la ratio de alumnos por aula en 3º de Primaria, pasando de 25 a 20 escolares por clase. Esta medida tendrá un impacto presupuestario estimado de 1,5 millones de euros y supone un nuevo paso en el compromiso del Ejecutivo regional por mejorar la calidad del sistema educativo.
El anuncio se ha realizado durante una reunión con la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Cantabria, celebrada en la sede del Gobierno autonómico. En el encuentro han participado también el consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, quien ha señalado que esta iniciativa se enmarca en la hoja de ruta trazada por el Gobierno regional para reducir progresivamente las ratios en las etapas obligatorias.
Silva ha explicado que, aunque aún no ha finalizado el proceso de matriculación, se estima que será necesario crear entre 25 y 35 nuevas unidades escolares para adaptar esta rebaja en el número de alumnos por aula, una cifra similar a la registrada el pasado curso con la reducción en 2º de Primaria, cuando se habilitaron 29 nuevas unidades.
El consejero ha lamentado no haber alcanzado un acuerdo con la Junta de Personal Docente tras más de un año de negociaciones, aunque ha defendido la medida como una “acción clave para mejorar la calidad educativa y para absorber de forma razonable la bajada de natalidad en la región”.
Becas de comedor y banco de recursos, también sobre la mesa
La reunión con FAMPA también ha servido para abordar otros asuntos prioritarios para las familias, como las becas de comedor y la gestión del banco de recursos educativos. En cuanto a las ayudas para el comedor escolar, Sergio Silva ha mostrado su disposición a estudiar la ampliación del 75% actual al 100% de cobertura para las familias con menos recursos. El consejero ha indicado que esta mejora tendría un coste “limitado” y podría beneficiar a unos 1.700 alumnos, con un gasto estimado de 400.000 euros.
Respecto al banco de recursos, Silva ha recordado que la aportación del Gobierno ha aumentado un 20% en los dos últimos años, pasando de 2,1 a 2,5 millones de euros, y se ha comprometido a seguir trabajando para reducir las diferencias entre centros y minimizar el gasto que asumen las familias en las etapas obligatorias.
Valoración de FAMPA y defensa del sistema educativo
El presidente de FAMPA, José Manuel Torre, ha valorado “positivamente” el encuentro con la presidenta y el consejero, destacando el buen clima de diálogo. Torre ha insistido en que las becas deben cubrir el 100% del comedor para las familias más vulnerables, muchas de las cuales “no pueden ni asumir el 25% restante”.
También ha reivindicado una mayor equidad en las aportaciones al banco de recursos, subrayando la necesidad de que la educación pública sea gratuita en la práctica, no solo en el discurso. FAMPA agrupa en la actualidad a 158 asociaciones de madres y padres, que representan a más del 80% de los centros educativos de Cantabria.
El consejero Silva ha defendido que Cantabria cuenta con un “buen sistema educativo”, bien dotado en personal y recursos, y ha pedido no trasladar una imagen de “conflicto permanente” ante las negociaciones salariales con el profesorado. Ha recalcado la voluntad del Gobierno de encontrar soluciones sostenibles y equilibradas, que no comprometan otras políticas educativas como el apoyo a los bancos de recursos o la mejora de infraestructuras.