La Policía Local de Santander ha reforzado su programa de acciones específicas con una batería de controles desplegados a lo largo de la última semana y, especialmente, durante el pasado fin de semana, con el objetivo de mejorar la seguridad ciudadana y el cumplimiento de las normativas municipales.
Uno de los principales focos se ha centrado en la prevención de accidentes provocados por el consumo de alcohol o drogas al volante. En este sentido, los agentes llevaron a cabo un total de 22 pruebas, con resultado positivo en 9 de ellas por alcohol —todas de carácter administrativo— y en otras 6 por consumo de estupefacientes, entre las que se detectaron sustancias como cocaína, THC y anfetaminas.
Además, en el marco de los controles por consumo de alcohol en la vía pública, se tramitaron 55 denuncias durante el fin de semana, una cifra que evidencia la continua vigilancia sobre el cumplimiento de las ordenanzas municipales.
En lo que respecta a la seguridad vial, se realizaron dispositivos tanto estáticos como dinámicos que derivaron en 9 denuncias por circular sin seguro obligatorio, 27 por tener la ITV caducada, 4 por carecer de documentación esencial, 13 por utilizar el teléfono móvil durante la conducción y 5 por no usar el cinturón de seguridad.
Por otro lado, los agentes también mantuvieron su presencia en puntos clave del recorrido de los autobuses urbanos, con el objetivo de eliminar obstáculos que dificulten su circulación y garanticen el cumplimiento de los horarios. Como resultado, se corrigieron 7 infracciones y 2 vehículos fueron retirados por la grúa.
En la misma línea, se activó un dispositivo para velar por el uso adecuado de las plazas de estacionamiento reservadas a personas con discapacidad. La intervención permitió corregir 8 infracciones y retirar 5 vehículos mal estacionados en dichas zonas.
Las actuaciones también se extendieron al ámbito del descanso vecinal. Durante la madrugada del sábado, en la calle Santa Lucía, y la del domingo, en la Plaza de Numancia, dos varones —de 18 y 30 años respectivamente— fueron identificados y denunciados por causar molestias con gritos y voces en tono elevado.
Por último, el dispositivo policial incluyó inspecciones a establecimientos hosteleros. En uno de ellos, ubicado en el Paseo de Menéndez Pelayo, se denunciaron diversas irregularidades como música en vivo a volumen elevado, puertas abiertas, molestias a los vecinos y falta de documentación reglamentaria. Otro local en la calle Marqués de la Hermida fue sancionado por motivos similares, además de carecer de hojas de reclamaciones, no exhibir la lista de precios ni el cartel de la licencia de apertura.
Con estas actuaciones, la Policía Local de Santander refuerza su compromiso con la seguridad ciudadana y el cumplimiento de las normativas que regulan la convivencia urbana.