La mesa negociadora del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Sidenor ha alcanzado este lunes, 7 de abril, un acuerdo para su prórroga en las plantas de Azkoitia (Gipuzkoa) y Reinosa (Cantabria). El encuentro, celebrado en Bilbao, ha sido el tercero dentro del proceso abierto para definir los términos de extensión de la medida.
Durante la sesión, la dirección de la empresa ha reiterado la validez de los argumentos técnicos expuestos por su equipo de ITASU y por la dirección comercial en la anterior reunión, calificando sus intervenciones como “sólidas y fundamentadas”.
Por parte de las secciones sindicales de UGT, CCOO y USO, se ha presentado un contrainforme elaborado de forma conjunta tras un análisis detallado de la documentación facilitada por la empresa. Según han señalado los representantes sindicales, las causas productivas alegadas por la empresa “son, cuanto menos, discutibles” y no justifican la dureza de la medida planteada inicialmente, que proponía una prórroga de nueve meses afectando al 100% de la plantilla de ambas instalaciones.
Los sindicatos consideran que no se ha demostrado con claridad ni el impacto real de las dificultades mencionadas, ni la proporcionalidad entre estas y la propuesta de prolongar el ERTE en tales condiciones. “No hay justificación suficiente que respalde una medida de esta magnitud”, han señalado.
Tras varias pausas para revisar posiciones, las organizaciones sindicales han formulado una propuesta final que ha sido finalmente aceptada por la empresa. Estos son los términos del acuerdo alcanzado:
- Prórroga del ERTE hasta el 31 de octubre de 2025.
- Aplicación máxima del 35% de la plantilla.
- Mantenimiento íntegro de todas las medidas de acompañamiento incluidas en el anterior expediente.
- Petición para que la planta de Azkoitia pueda reincorporarse al Plan de Adaptación Laboral (PAL), lo que permitirá a los trabajadores afectados percibir hasta el 96% de su salario bruto (90% mensual, más la totalidad de la paga extra y las vacaciones).
Con esta solución, ambas partes aseguran haber encontrado un punto de equilibrio que permite continuar con la actividad de las plantas, garantizando al mismo tiempo la estabilidad económica y los derechos del personal.
Los sindicatos han expresado su voluntad de seguir informando puntualmente sobre la evolución del proceso y han valorado el acuerdo como un paso importante para minimizar el impacto social del ERTE.