El Ayuntamiento de Santander aprobará este mes de abril la modificación definitiva del callejero para eliminar los nombres vinculados al franquismo, en cumplimiento del requerimiento de la Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática. Así lo ha anunciado la alcaldesa, Gema Igual (PP), quien ha asegurado que los cambios se someterán a votación en el pleno ordinario del día 24.
La regidora ha defendido que su Gobierno ha actuado “con firmeza y transparencia” y ha negado que haya habido dejadez o desobediencia institucional. En un escrito remitido el pasado viernes a la Fiscalía, Igual ha explicado que ya se han ejecutado 16 cambios en el callejero, entre ellos la renombrada Plaza del Generalísimo (actual Plaza del Ayuntamiento) o la calle Luis Carrero Blanco, que pasó a denominarse Severiano Ballesteros.
Además, se han retirado seis símbolos franquistas y, según ha detallado, se han iniciado los trámites para completar los 15 cambios restantes. Las nuevas denominaciones, ha explicado, fueron consensuadas y comunicadas tanto a los vecinos como a las administraciones pertinentes, como el Instituto Nacional de Estadística. También ha subrayado que muchas de las retiradas se han integrado en proyectos de renovación urbana.
Igual ha negado cualquier “rebeldía institucional” y ha insistido en que se ha seguido un proceso “ordenado, consultado y respetuoso con la legalidad”. A su juicio, el retraso responde a una gestión “planificada por fases” para minimizar el impacto en los vecinos afectados. No obstante, ha anunciado que en los próximos días se retirará la placa de la calle Alcázar de Toledo, que será sustituida por el nombre de ‘Cuesta de las Ánimas’.
En cuanto al calendario inmediato, la Comisión Municipal de Cultura dictaminará el acuerdo el 14 de abril, la comisión correspondiente se celebrará el día 21 y el pleno donde se aprobarán definitivamente los cambios tendrá lugar el 24. Posteriormente, se procederá a la instalación de las nuevas placas y a la retirada de honores a Francisco Franco y Luis Carrero Blanco.
La alcaldesa ha mostrado su malestar por las palabras empleadas por la Fiscalía en su requerimiento, que —según ha afirmado— contienen acusaciones “muy graves y sin fundamento”, ya descartadas previamente por la propia Fiscalía cántabra. Ha recalcado que no hay motivación ideológica en los ritmos adoptados: “Las leyes se cumplen con responsabilidad institucional, no con consignas políticas”.
Entre las nuevas denominaciones propuestas figuran nombres como Benito Madariaga, José Hierro, Carmen y Joaquín González Echegaray, Antonio de Tova y Arredondo, Juan de Santander, Leonor de la Vega o Fray Silvestres Vélez de Escalante, entre otros.
Críticas desde la oposición
La decisión ha provocado reacciones inmediatas desde la oposición. El portavoz del PSOE, Daniel Fernández, ha criticado la “falta de transparencia” del equipo de Gobierno y ha lamentado que Santander haya necesitado un toque de atención de la Fiscalía para cumplir con un mandato legal aprobado hace casi una década. “Es inadmisible que el PP haya ignorado durante años los acuerdos plenarios de 2015 y 2016”, ha declarado.
También ha censurado la escasa presencia de mujeres en el nuevo callejero: “Se vuelve a invisibilizar a las mujeres, incluso cuando se reescribe la memoria democrática”.
Por su parte, el concejal de Izquierda Unida, Keruin Martínez, ha considerado que la respuesta del Ayuntamiento solo llegó tras el “ultimátum” de la Fiscalía, lo que en su opinión demuestra que “durante años no hubo voluntad política, sino reservas ideológicas”. No obstante, ha valorado positivamente el paso dado: “Santander aprueba una asignatura pendiente para dignificar su espacio público”.
La modificación del callejero franquista en la capital cántabra llevaba pendiente desde hace más de diez años, a pesar de las mociones aprobadas por el pleno. Con este nuevo impulso, el equipo de Gobierno pretende cerrar definitivamente este capítulo.