El Ayuntamiento de Camargo comenzará a actuar a lo largo del mes de septiembre en fincas privadas que se encuentran en el entorno de la subestación de Red Eléctrica, en Cacicedo, “con el fin de eliminar el plumero que invade esta zona”. Es el anuncio realizado en la mañana de hoy por el alcalde, Diego Movellán, quien se ha referido a que esta especie invasora, que tiende a colonizar no sólo medios degradados, sino también espacios naturales de gran valor, “supone un potencial peligro sobre el que urge actuar”, puesto que su presencia “incrementa el riesgo de incendios en la zona”.
“Un motivo por el que desde la Concejalía de Medio Ambiente hemos adoptado la decisión de colaborar con el proyecto Life COOP Cortaderia”, ha explicado el regidor, puesto que tiene como objetivo “impulsar la cooperación y la acción coordinada para el control y confinamiento de esta planta”, una de las metas que se ha marcado la administración local “con el propósito de restaurar áreas degradadas”. Asimismo, Diego Movellán ha indicado que esta es una “fase inicial” dentro de una serie de intervenciones que “nos van a permitir restablecer terrenos del municipio que se han visto afectados por la proliferación de esta especie invasora”.
Sin embargo, Movellán ha aseverado que, en el caso concreto del proyecto relacionado con el control y eliminación del plumero en las áreas en las que existen infraestructuras eléctricas, como son también los tendidos, el riesgo de que esta planta actúe como vehículo transmisor del fuego “hace que la urgencia por llevar a cabo los trabajos se base, principalmente, en proteger las viviendas de las familias que residen en las inmediaciones”.
“Vamos a acometer los trabajos de eliminación del plumero en una superficie aproximada de 10 hectáreas, de las cuales 4,7 son plumero”, ha señalado el alcalde de Camargo, quien ha valorado “muy positivamente” este proyecto cofinanciado por la Unión Europea y el Gobierno de Cantabria, en el que colaboran organizaciones y ONGs de carácter social, como SEO Bird Life, AMPROS y SERCA.
Por último, Movellán –quien ha hecho hincapié en la “necesidad de avanzar” en la restauración de estas zonas no sólo por el daño paisajístico y medioambiental que ocasiona el plumero, sino por tratarse de una especie “altamente inflamable”- ha apuntado que se prevé que estos trabajos “estén finalizados en el plazo de un mes”.