El proyecto de presupuestos del Gobierno de Cantabria para 2026 ha cosechado este martes un amplio rechazo de los tres grupos de la oposición en el Parlamento. PRC, PSOE y Vox coincidieron en calificar las cuentas elaboradas por el Ejecutivo de María José Sáenz de Buruaga como “insuficientes, irreales y alejadas de los problemas reales de la ciudadanía”, frente a la defensa del consejero de Economía y Hacienda, Luis Ángel Agüeros, quien presentó un presupuesto de 3.913 millones de euros, el más alto de la historia autonómica, con 556 millones destinados a inversión pública y un refuerzo, dijo, “sin precedentes” en sanidad, educación y servicios sociales.
Durante su intervención, Agüeros definió las cuentas como “expansivas y realistas”, subrayando que se trata de los presupuestos “del alivio fiscal”, del impulso a la vivienda y del apoyo a las personas con discapacidad y dependencia, al tiempo que destacó el aumento de recursos destinados a los 102 ayuntamientos cántabros “sin sesgos ni sectarismos”. El consejero defendió además que el presupuesto “prioriza el gasto útil”, busca la “sostenibilidad financiera” y pretende “acompañar a las familias y al tejido productivo” en un contexto de moderación económica. Sin embargo, ninguno de los grupos de la oposición compartió esa visión. Vox volvió a acusar al Ejecutivo de “triunfalismo” al presentarlo como un presupuesto de cambio, y el PRC y el PSOE sostuvieron que el Gobierno “confunde crecimiento con eficacia”.
La diputada regionalista Paula Fernández calificó las cuentas de 2026 como “una oportunidad perdida”, denunciando que son “unos presupuestos sin alma, sin ambición y sin diálogo” y que, lejos de transformar, “condenan al olvido” a los colectivos más vulnerables. A pesar del incremento del 63% en políticas de vivienda, el PRC considera que la estrategia es “parcial y excluyente” y carece de una visión integral que resuelva de raíz el problema del acceso a la vivienda. Fernández criticó también la falta de medidas reales para combatir la precariedad laboral, la brecha de género, el éxodo rural o la escasa apuesta por la contratación juvenil. “Cantabria necesita políticas con impulso y diálogo, no parches financieros”, remarcó.
Desde el PSOE, el diputado Jorge Gutiérrez reconoció positivamente el peso asignado a la sanidad, la educación y los servicios sociales, pero expresó su “preocupación” por la gestión y ejecución de esos fondos, cuestionando la externalización de servicios sanitarios y alertando de la necesidad de “paz social en educación”. El grupo socialista advirtió además que “en 2026 no se cumplirá la regla de gasto”, recordando que la comunidad debe presentar un plan económico-financiero tras incumplirla en 2024. Según el consejero Agüeros, ese plan “ya está preparado y consensuado con el Ministerio”, aunque los socialistas insistieron en que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha señalado “riesgo de incumplimiento” también de cara a 2025.
Por su parte, Vox acusó al Gobierno popular de “consolidar las políticas de la izquierda con un barniz azul”. Su portavoz, Natividad Pérez, aseguró que “si estos presupuestos los hubiera presentado el PSOE, apenas se habría notado la diferencia”, y los definió como “tímidos en la inversión productiva, récord en gasto burocrático y excesivos en ideología”. En su opinión, las cuentas “no son las de las personas”, sino las de “los sindicatos, la burocracia y la Agenda 2030”. Pérez volvió a reclamar la deflactación del IRPF para “aliviar a los trabajadores y proteger al sector primario”, una propuesta que el consejero replicó argumentando que las medidas fiscales aplicadas por el Ejecutivo “han demostrado una eficacia mucho mayor” y que analizará la propuesta concreta de Vox “cuando esté redactada”.
El debate parlamentario incluyó varios cruces entre el PP y los grupos de la oposición. Desde el Grupo Popular, el portavoz Juan José Alonso pidió “responsabilidad política” y que los grupos “dejen a un lado el bloqueo ideológico” para garantizar la aprobación del presupuesto. “Tenemos 15 diputados de 35, y la implicación del resto será fundamental para que Cantabria disponga de un presupuesto que responda a las necesidades reales de su sociedad”, señaló. Sin embargo, el PRC reivindicó “más diálogo y menos imposición”, reprochando al Gobierno “una actitud arrogante” y “una desconexión creciente” con la realidad de las familias. Paula Fernández recordó que el PP “no tiene mayoría absoluta” y debe negociar “cediendo y buscando puntos de encuentro reales”.
“Negociar no es imponer ni pretender que el resto trague con ruedas de molino. Supone escuchar, moverse y consensuar”, replicó la diputada regionalista, quien pidió una negociación que “reviva” un presupuesto que, según dijo, “nace herido de muerte”. Pese a las diferencias, los grupos coincidieron en que la negociación presupuestaria debe continuar durante las próximas semanas, aunque el PRC ya ha adelantado públicamente su rechazo a apoyar el proyecto tal como está redactado, mientras que PSOE y Vox mantienen la incertidumbre hasta conocer el detalle de las enmiendas parciales que presentarán antes del debate final.
El Gobierno, por su parte, insiste en que los presupuestos son una “apuesta real por el crecimiento y el bienestar” de la comunidad y confía en que el texto salga adelante gracias a acuerdos “puntuales y constructivos”, pese al distanciamiento visible entre los grupos. “Nuestro objetivo es seguir avanzando. Estos son los presupuestos de todos; los de la sanidad, la educación, los servicios sociales y la estabilidad financiera”, concluyó Agüeros entre los aplausos del grupo popular, marcando el inicio de un debate presupuestario que se prevé intenso en la recta final del año parlamentario.














