La Guardia Civil ha asestado un duro golpe al tráfico de drogas en la comarca oriental de Cantabria con la detención de cinco personas en Castro Urdiales, tras una compleja investigación que ha permitido desarticular una organización criminal que operaba desde esta localidad costera.
La operación, bautizada como «Leviatán», se ha saldado con la incautación de más de 3.000 gramos de cocaína, la mayor parte aún sin procesar, lo que podría haberse traducido en unas 12.000 dosis en circulación durante el verano. Además de la droga, los agentes han requisado un importante arsenal compuesto por siete armas cortas —entre ellas revólveres y pistolas—, cuatro armas largas, dos armas de avancarga, abundante munición, así como 15.000 euros en efectivo y diverso material para la dosificación de estupefacientes.
Las investigaciones, llevadas a cabo por el Puesto Principal de la Guardia Civil de Castro Urdiales, se enmarcan dentro del Plan Especial para fomentar un ocio seguro y libre de drogas. El foco de atención se centró en una vivienda de la calle Bajada del Chorrillo, donde los agentes detectaron un inusual trasiego de personas, muchas de ellas conocidas por su relación con el consumo o la venta de sustancias ilegales.
En el domicilio residía una pareja sin actividad laboral aparente, pero con un elevado nivel de vida: poseían inmuebles, varios vehículos e incluso una embarcación en Cantabria, además de bienes en Paraguay, país al que enviaban dinero de forma periódica. Las pesquisas llevaron también a otras propiedades vinculadas a los detenidos en la calle Leonardo Rucabado y en la pedanía de Sámano, donde se localizaron escondites de droga y dinero en efectivo.
El pasado 16 de julio se ejecutaron cuatro registros simultáneos: en dos viviendas, un garaje y un trastero. Durante el operativo se hallaron dos bloques compactos de cocaína sin cortar, varios paquetes ya preparados para su distribución y una parte en forma de roca. Ese mismo día fueron arrestadas tres mujeres y dos hombres, todos vecinos de Castro Urdiales y con edades comprendidas entre los 40 y los 68 años.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Castro Urdiales ordenó el ingreso en prisión de la pareja presuntamente encargada de liderar el entramado.
La operación Leviatán pone fin a uno de los principales focos de distribución de cocaína en la zona oriental de la región, y refuerza el compromiso de las fuerzas de seguridad con el control del tráfico de drogas en áreas de especial incidencia durante la temporada estival.