La planta de Bridgestone en Puente San Miguel ha recibido hasta este martes un total de 130 solicitudes de bajas voluntarias por parte de sus trabajadores, a las que se suman 36 empleados que optarán a la prejubilación. Según han confirmado fuentes sindicales a Europa Press, estas cifras aún quedan por debajo de los 188 despidos previstos en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado para esta fábrica, que se hará efectivo a finales de junio.
Los empleados que acepten las bajas voluntarias recibirán, además de una indemnización de 45 días por año trabajado —sin tope de mensualidades—, un complemento de 30.000 euros. No obstante, los sindicatos subrayan que se trata de «voluntarios forzosos», ya que muchos de estos trabajadores «no quieren marcharse, pero al no cumplir los requisitos para permanecer, optan por esta salida incentivada».
Situación en la planta de Basauri
Mientras tanto, en la fábrica vizcaína de Bridgestone se han registrado 234 peticiones de bajas voluntarias, dos más de las 232 inicialmente contempladas en el ERE. Sin embargo, varias de estas solicitudes podrían ser rechazadas, especialmente aquellas correspondientes a puestos «en los que no sobra personal», según explican las mismas fuentes.
En este sentido, los sindicatos advierten de que, en algunos departamentos de producción, no hay suficientes voluntarios para cubrir el número de salidas requeridas, lo que derivará en despidos forzosos. Además, en áreas como mantenimiento, la empresa no podrá aceptar todas las solicitudes, ya que dejaría la planta sin personal suficiente para operar. «Si todos se van, no habrá quien repare las máquinas o reactive la fábrica», señalan.
Próximos pasos
Empresa y sindicatos mantendrán una nueva reunión el próximo 2 de junio, donde se confirmará qué solicitudes de baja incentivada son aceptadas y cuáles no. Los trabajadores afectados por el ERE dejarán de acudir a sus puestos a partir del 23 de junio, ya que se les adelantarán las vacaciones a las que tengan derecho, aunque su salida oficial será el 30 de junio.
Mientras tanto, los empleados de Bridgestone ya han respaldado en referéndum la propuesta de la compañía, que incluye estas medidas de ajuste. El cierre de ambas plantas forma parte de un plan más amplio de reestructuración de la multinacional, que ha decidido centrar su producción en otras ubicaciones.