Miguel Ángel Revilla acudió este viernes al Palacio de Justicia de Las Salesas para participar en el acto de conciliación por la demanda interpuesta contra él por el rey emérito Juan Carlos I, representado en el procedimiento por su abogada y procurador. El expresidente cántabro, acompañado de su abogado José María Fuster-Fabra, entró a la sala a las 9:53 horas tras atender brevemente a los medios, emocionado por el respaldo de varios vecinos que le esperaban a las puertas.
Antes de comenzar la vista, Revilla aseguró estar “tranquilo” y reafirmó su intención de mantener las críticas dirigidas al monarca. “Me gustaría ver al rey dentro, pero si esto acaba en juicio espero que venga”, afirmó. No dudó en expresar su desencanto con Juan Carlos I, señalando que su última etapa ha sido “lamentable” y una gran decepción para él, a quien durante años defendió públicamente. “Yo que no me callo ante las injusticias, he dicho lo que pienso, que creo que comparte la mayoría de los españoles”, añadió.
Pese a la tensión del proceso, el exlíder regional mostró serenidad y aseguró no tener “mala conciencia” porque considera que sus declaraciones se basan en hechos conocidos y difundidos. También destacó el apoyo que ha recibido en diferentes ciudades, donde ha encontrado respaldo y ánimo entre la gente. Finalmente, manifestó que, si pudiera hablar con el rey, le pediría “que pidiera perdón de verdad” y “repatriara todo ese dinero que está fuera”. La audiencia, que representa un paso previo a un posible juicio por supuesta vulneración del honor, arrancó puntual y cuenta con gran expectación mediática.