El movimiento político Cantabristas ha dado este domingo un paso firme en su camino hacia las instituciones, presentándose como una alternativa real de gobierno. El acto, celebrado en un abarrotado salón de actos en Puente San Miguel, fue escenario de un mensaje claro y directo: “Estamos preparados para entrar en el Parlamento en las próximas autonómicas”, proclamaron sus líderes entre aplausos y cánticos.
Con Paulu Lobete al frente, la formación cargó duramente contra las políticas del Partido Popular, a las que tildó de “cortoplacistas”. “No queremos más hormigón, ni masificación turística, ni servicios públicos privatizados”, sentenció Lobete, ante un público entregado que coreaba consignas contra el actual ejecutivo de la comunidad cántabra.
El evento sirvió también para dar visibilidad a los rostros clave que conforman el proyecto. Junto a Lobete, intervinieron Marián Bolado, una de las figuras centrales en la dirección del partido; Adrián Gómez, responsable de la estrategia comunicativa; Ester López, encargada del área de Sanidad; Miguel Hernández, referente en Torrelavega; Toñi Santamaría, activista ecologista; y Manu Núñez, cabeza de lista en Santander. “Esto no es un sueño, es una realidad que estamos construyendo día a día”, afirmó Bolado, destacando el notable aumento de afiliaciones desde las últimas elecciones municipales.
El horizonte está claro: las elecciones autonómicas de 2027. “Tenemos tres años para demostrar que otra Cantabria es posible”, declaró Gómez, detallando una hoja de ruta orientada a consolidar presencia en los principales municipios de la comunidad. El discurso de Gómez fue respaldado por intervenciones críticas hacia el modelo turístico actual y la gestión del territorio. Toñi Santamaría, con su habitual tono combativo, advirtió sobre “la destrucción del litoral” y prometió una legislación firme para la protección del patrimonio natural cántabro.
El cierre del acto corrió de nuevo a cargo de Lobete, quien hizo un llamamiento directo a la militancia: “El cambio no viene solo, hay que salir a ganarlo. Calle a calle, pueblo a pueblo”. Su intervención, recibida con una ovación cerrada, dejó claro que Cantabristas no solo aspira a crecer, sino a convertirse en protagonista de una transformación política profunda en la comunidad.
Entre el público se palpaba una mezcla de entusiasmo y convicción. “Esto ya no es un proyecto, es una ola imparable”, comentaba una joven militante a este medio mientras recogía material del acto, reflejo del estado de ánimo que atraviesa una organización decidida a dar el salto al Parlamento cántabro.













