Los profesores de Cantabria retoman esta semana sus acciones reivindicativas para exigir una mejora en sus retribuciones tras más de 17 años de retraso, según han denunciado este lunes en rueda de prensa los representantes de la Junta de Personal Docente. Critican que la Consejería de Educación no ha presentado hasta la fecha una oferta económica en firme ni ha convocado a las partes para negociar, lo que consideran un bloqueo en las conversaciones.
Entre las medidas previstas se incluye la reactivación de los llamados Miércoles Verdes, en los que se anima al personal de los centros educativos a organizar actividades que visibilicen sus demandas. Estas protestas desembocarán en una manifestación programada para el 8 de febrero en Santander y, de no producirse avances en las negociaciones, en una huelga general que comenzará el 31 de marzo.
«La voluntad de llegar a una solución negociada sigue intacta, pero necesitamos una oferta concreta, con plazos y sin excusas», señaló la Junta de Personal, que reclama al Gobierno regional que deje de vincular la mejora salarial con la negociación sobre ratios en las aulas.
Estas nuevas movilizaciones son una continuación de las protestas llevadas a cabo a finales de 2023, que incluyeron concentraciones y un encierro de diez días tanto en la sede del Gobierno regional como en centros educativos. Los docentes subrayan que el diálogo es la única vía para resolver un conflicto que consideran insostenible.














