Este domingo, Silió (Molledo) se convirtió en el epicentro de las tradiciones cántabras con la celebración de La Vijanera, una mascarada ancestral que atrajo a miles de personas. Declarada Bien de Interés Cultural Etnográfico Inmaterial, la fiesta es organizada por la Asociación Cultural Amigos de La Vijanera, que desde hace más de 40 años trabaja para preservar esta tradición única. Con más de 150 participantes, 80 trajes diferentes y 50 zarramacos cargados con campanos, el desfile y las representaciones cautivaron a los asistentes, incluidos turistas y expertos llegados de toda España y del extranjero.
La jornada comenzó temprano con el sonido de los campanos recorriendo las calles del pueblo, anunciando el inicio de los actos principales. Los momentos más destacados incluyeron la captura del Oso, símbolo de los males del mundo, y la representación del ritual de «Guerra o Paz» en la frontera simbólica de La Raya. Como es tradición, la paz prevaleció en un acto que combina simbolismo y espectacularidad, con personajes como el Árbol andante, la Madama, la Preñá o las Gilonas, que fascinaron a grandes y pequeños con sus trajes elaborados de materiales naturales.
En la plaza principal, las tradicionales coplas satíricas pusieron el toque humorístico y crítico de la fiesta, abordando temas de actualidad regional, nacional e internacional. Este año, los vijaneros reflexionaron sobre asuntos como la situación de la sanidad en Cantabria, la corrupción, la guerra en Gaza y la gestión del cambio climático. El acto también incluyó el simbólico Parto de la Preñá, que augura un año próspero, y culminó con la victoria del Bien sobre el Mal, representada por los zarramacos venciendo al Oso.
La Vijanera contó con una destacada representación institucional, incluyendo la presencia del consejero de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Luis Ángel Agüeros, quien destacó el compromiso del Gobierno de Cantabria para impulsar la proyección internacional de la fiesta. También asistieron el alcalde de Molledo, Joaquín Villegas, y otras figuras políticas y culturales. La colaboración institucional busca consolidar el prestigio de La Vijanera como referente de las tradiciones cántabras en el ámbito europeo.
Con más de cuatro décadas de historia reciente, La Vijanera se reafirma como una de las celebraciones más importantes de Cantabria y un ejemplo de la conservación del patrimonio cultural inmaterial. Este año, la afluencia masiva y la implicación de los vijaneros consolidaron su papel como símbolo de la identidad cántabra, demostrando que las tradiciones no solo se mantienen vivas, sino que también siguen evolucionando y ganando relevancia dentro y fuera de la región.