El Gobierno de Cantabria ha incorporado un giro de calado en materia de energía eólica dentro del nuevo Plan Regional de Ordenación Territorial (PROT), al fijar una amplia zona de exclusión que deja fuera de juego a prácticamente toda la comunidad salvo dos ámbitos concretos.
Según ha explicado el consejero de Fomento y Ordenación del Territorio, Roberto Media, el documento solo permitirá la implantación de nuevos parques eólicos en el área funcional de Campoo-Los Valles y en la franja oriental de Cantabria, en sus límites con Castilla y León y el País Vasco. El objetivo declarado es proteger los valores paisajísticos, ambientales y culturales y concentrar el desarrollo energético en las zonas que el Ejecutivo considera más compatibles con el modelo territorial que quiere desplegar
Media ha defendido que esta nueva zonificación pretende “poner fin a la inseguridad jurídica” que ha rodeado en los últimos años la tramitación de proyectos eólicos en Cantabria y evitar que se sigan utilizando como “arma arrojadiza” en el debate político. Hasta que el PROT complete su recorrido administrativo y quede aprobado, el Gobierno emitirá informes desfavorables para todos los parques que se planten fuera de Campoo-Los Valles y de la zona oriental delimitada
La Consejería subraya que, con el nuevo marco, “serían aprobados muy pocos” de los proyectos que actualmente están sobre la mesa y que han generado una contestación social notable en distintos puntos de Cantabria. El Ejecutivo sostiene que esta ordenación permitirá seleccionar con más criterio las ubicaciones, minimizando el impacto visual y ambiental y garantizando una mayor coherencia con la planificación territorial en su conjunto.
Este cambio se integra en un PROT concebido como norma de referencia para el resto de instrumentos territoriales, de manera que la política eólica quedará condicionada por las directrices generales de conservación del paisaje, protección del medio natural y equilibrio entre la costa y los valles interiores. Según el consejero, la idea es que cualquier desarrollo energético futuro se adapte a ese esquema y no al revés, evitando conflictos como los vividos en los últimos años en torno a la ubicación de aerogeneradores.













