El Racing se encuentra en la recta final de una operación que podría marcar un antes y un después en la temporada y en las arcas recientes del club: la salida de Jeremy Arévalo. El delantero ecuatoriano, cuya cláusula de rescisión asciende a siete millones de euros, vivió el miércoles lo que muchos interpretan como su adiós al club en El Sardinero.
Aunque no jugó el partido de Copa del Rey ante el Villarreal —del que los cántabros salieron victoriosos y pasaron a octavos—, Jeremy saltó al césped para celebrar el gol definitivo de Arana. La imagen del canterano siendo manteado por sus compañeros ante la Gradona y coreado por la afición generó una fuerte carga emocional, con todos los indicios apuntando a una despedida inminente.
Hace apenas siete meses, en mayo pasado, el presidente Manolo Higuera anunció en Radio Santander-Cadena Ser que el club trabajaba en la renovación del joven atacante, que entonces apenas sumaba 100 minutos sobre el césped. “Las puertas del primer equipo están abiertas, pero el futbolista tiene que tirar la puerta”, declaró entonces el entrenador del Racing, José Alberto López, subrayando que no se trata de favoritismos por ser cántabro, sino de merecimiento deportivo. Aquella decisión, que incluía la cláusula de siete millones, se perfila ya como una de las más acertadas de la entidad.
Desde el banquillo, el entrenador José Alberto López mantiene la prudencia absoluta. Tras el encuentro copero, el asturiano evitó confirmar cualquier movimiento: «Que yo sepa no hay absolutamente nada. Todo ese ruido de que del río suena agua lleva… pero yo no tengo constancia oficial. Las decisiones sobre los no convocados, como Jeremy, Mantilla o Peio Canales, han sido pensando en el partido del sábado».
El Stuttgart alemán lidera la lista de pretendientes por el ariete verdiblanco, aunque clubes como el Estrasburgo francés, otros equipos de la Bundesliga y varias entidades italianas siguen de cerca su situación. El agente del jugador ha gestionado las ofertas, que ahora están en manos de la directiva racinguista. Ningún equipo español figura entre los interesados.
Jeremy, de 20 años, acumula siete goles en quince partidos de LaLiga Hypermotion —donde llegó a liderar la tabla de máximos anotadores— y debutó con la absoluta de Ecuador en sendos amistosos ante Canadá y Nueva Zelanda. Su entrada en el minuto 85 frente a los norteamericanos y su ausencia en el duelo con los kiwis no frenaron el interés europeo.
Para el Racing, líder indiscutible de la categoría con Asier Villalibre como pichichi y Juan Carlos Arana como referencia ofensiva es suficiente, y la marcha del ecuatoriano supondría un ingreso superior a los siete millones , entre traspaso y derechos de formación.
A esto se suma un cambio normativo de LaLiga para la temporada 2025/26 que beneficia directamente al club. Según el auditor Manuel Expósito, la modificación del Artículo 67.3 permite a los equipos computar a su elección el beneficio por traspasos entre la temporada actual y la siguiente, en lugar del esquema fijo anterior (100% o 60%-40%). “El Racing podría flexibilizar los siete millones de Jeremy en el mercado de invierno”, explica.
La no convocatoria del delantero —que vio el partido desde el box junto a otros compañeros— alimenta las sospechas de que el club le preserva para evitar lesiones que compliquen la operación, similar a lo ocurrido con Peque en su traspaso al Sevilla. Arana, en zona mixta, fue claro: «Hasta el 1 de enero no abre el mercado. Él sabrá su situación, pero si se va, me alegra por un chaval al que hemos cuidado desde el principio».
Con quince días por delante para el inicio del mercado invernal, el Racing afronta un escenario win-win : Jeremy daría un salto exponencial en su carrera —con condiciones salariales muy superiores—, el club recibiría una inyección económica histórica y los compradores se llevarían a la sensación de Hypermotion. Pase lo que pase, el impacto de este canterano ya trasciende lo deportivo.













