El Racing ha completado ayer su segundo entrenamiento semanal en los Campos de Sport, escenario del partido del domingo a las 16.15 horas contra la SD Eibar en la jornada 16 de LaLiga Hypermotion, con José Alberto contando al fin con la plantilla al completo. Michelin participó a tope pero se marchó antes del final, mientras Samu Calera, del filial, fue el único suplente extra; el grupo vuelve hoy a las Instalaciones Nando Yosu y cierra el sábado con la última sesión antes de la cita armera. Lo ideal es no tocar lo que rinde, pero la quinta amarilla de Maguette Gueye en El Plantío obliga al asturiano a rearmar el mediocampo que tan bien funcionó contra Las Palmas o Burgos –no tanto ante Granada–, con tres candidatos picando espuelas: Íñigo Sainz-Maza, Sergio Martínez y Aritz Aldasoro, que llegan en dinámicas dispares pero con ganas de colarse en el once junto a Gustavo Puerta.
Íñigo Sainz-Maza lidera la lista como capitán en racha, pese al toque muscular de la semana pasada que le sacó al descanso contra Granada –donde cubrió la baja de Puerta con Colombia–. Tras un año parado por rotura de rodilla, acumula 184 minutos en 8 partidos con 2 titularidades (Castellón y Granada), y su perfil defensivo lo hace idóneo para equilibrar. Sergio Martínez, canterano ofensivo con 308 minutos en 7 encuentros y 2 inicios (Albacete y Andorra), entró mal en Granada tras Íñigo y el equipo se desmadró perdiendo 2-0 de ventaja –José Alberto lo asumió públicamente–, por lo que ayer probó más en mediapunta, alejándolo del pivote. Aritz Aldasoro, con 511 minutos en 9 juegos y 7 titularidades, lleva 5 partidos sin jugar pese a los elogios del míster por su actitud; minutos en Burgos podrían ser el caramelo previo a una titularidad que reactive al vasco, relegado por bajo rendimiento y competencia creciente.
Peio Canales no entra en planes para bajar al doble pivote: rinde mejor adelantado, su experiencia en banda izquierda en Las Palmas fue floja y descolgarlo mandaría mensaje confuso a los especialistas. El resto del once de El Plantío se antoja fijo, aunque con incógnitas atrás: Marco Sangalli ha probado de lateral derecho pese a Álvaro Mantilla y Michelin –este último cabizbajo por gemelo y casi descartado para la convocatoria–. Mantilla vive su pico de forma, así que Sangalli no le quita el puesto. Izquierda en liza con Salinas (titular en Burgos, alternando centro), Mario García y Samu Calera; Facu González charló largo con el técnico ayer, pista de posible vuelta. Arriba, bendición con garantías: Villalibre en racha con 3 goles en 3 partidos, Jeremy de moda pese a perder el sitio por Ecuador, y Juan Carlos Arana a la espera –»con estos mimbres no fallas», dirían los entrenadores.
José Alberto ha exprimido la semana para dosificar y pulir detalles, sabiendo que Eibar llega crecido pero los racinguistas necesitan los 3 puntos en casa tras la victoria sufrida en El Plantío, argumento de peso para la pelea ascenso en Hypermotion. Sainz-Maza (buen pie, recuperado), Sergio (técnica arriba, pero reciente error) y Aldasoro (defensa, motivado tras sequía) equilibran opciones según enfoque: ¿más músculo ante armeros físicos o salida limpia con Puerta de eje? Michelin tocado complica rotaciones, pero la profundidad permite ajustes sin riesgos. El Racing, que suma 7 victorias en 15 jornadas, busca consolidar racha verdiblanca en El Sardinero, donde la afición empuja y los fichajes como Aldasoro –clave hasta ahora– reclaman rol tras meses grises.
La lógica apunta a repetir bloque ofensivo –Jeremy o Villalibre arriba, extremos incisivos–, priorizando solidez en medioterreno sin desarmar lo que funcionó en salidas duras. Puerta, con trabajo, control y visión, define el molde: ¿defensivo con Íñigo o Aldasoro, o ofensivo con Sergio? La decisión del asturiano, curtido en ascensos, llegará tras la sesión del sábado, con Michelin a prueba y laterales en pugna. Domingo clave para aspirantes verdiblancos, que necesitan regularidad para playoffs antes de diciembre intenso; la ausencia de Maguette duele, pero la hornada canterana –Sainz-Maza, Sergio– y veteranos como Aldasoro dan oxígeno a un Racing vivo, que transforma contratiempos en oportunidades en su feudo.













