El PSOE de Cantabria ha advertido este lunes de una “negociación soterrada” entre el Partido Popular y Vox de cara a los presupuestos autonómicos de 2026. El diputado socialista Jorge Gutiérrez acusó al Gobierno de María José Sáenz de Buruaga (PP) de “cerrar la puerta al diálogo con el PRC” y “abrir un nuevo camino con la extrema derecha” tras observar la coincidencia de ambos partidos en varias votaciones del Pleno celebrado en el Parlamento regional.
Durante el debate de una moción socialista sobre la mejora retributiva del profesorado, PP y Vox votaron en bloque para rechazar la propuesta, que sí respaldó el Partido Regionalista. El texto pedía un acuerdo salarial sin la denominada ‘cláusula Silva’, que vincula las subidas al presupuesto autonómico. Gutiérrez advirtió que el rechazo conjunto de ambas formaciones “confirma que ya están negociando las cuentas del próximo año” y acusó a los ‘populares’ de “someter” a Cantabria a la influencia de Vox.
En su intervención, el diputado de Vox Armando Blanco defendió la gestión del consejero de Educación, Sergio Silva (PP), aunque admitió que es “altamente mejorable”. Enumeró logros en conciertos, becas, obras o transporte escolar que, según Gutiérrez, formaban “la carta de deseos” del partido ultraconservador para los próximos presupuestos. Blanco justificó el voto contrario a la moción por proceder de “un sindicato radical de extrema izquierda como el STEC”, al que acusó de intentar “desprestigiar la educación pública”.
Por su parte, el portavoz popular Álvaro Aguirre defendió la ‘cláusula Silva’ como “la garantía de la garantía”, asegurando que el actual Gobierno “es el único capaz de poner negro sobre blanco que la subida salarial se materialice en el tiempo”. Criticó la postura socialista por “ridícula”, argumentando que “quien no gobierna no puede ofrecer certezas”.
Desde el PRC, la diputada María Teresa Noceda recordó que en anteriores legislaturas PSOE y su partido aprobaron “dos mejoras retributivas sin salvaguardas presupuestarias” y acusó al PP de ser “unos trileros” en la negociación. Les reprochó “querer que lo apruebe el PRC y lo pague otro gobierno”, pidiendo la recuperación del diálogo político.
En ese mismo Pleno, otra proposición no de ley del PRC para reducir las ratios en las aulas también fue rechazada por los votos de PP y Vox, lo que reforzó las sospechas de un entendimiento parlamentario entre ambos partidos.
El debate político se amplió cuando el PSOE presentó además una iniciativa para reforzar el derecho constitucional al aborto, que fue tumbada igualmente por la mayoría conservadora. Vox la calificó como “una defensa de la cultura de la muerte” y “un intento de promover el asesinato de un ser humano indefenso”, mientras el PP acusó a los socialistas de “usar a las mujeres como cortina de humo para tapar sus problemas judiciales”.
El PRC, aunque defendió el derecho de las mujeres a decidir, se abstuvo al considerar que la proposición “trasciende las competencias” del Parlamento cántabro y que una reforma constitucional de ese calibre “debe ser fruto de un debate más pausado y consensuado”.
Por último, también se rechazó una moción de Vox que instaba al Ejecutivo autonómico a presentar un informe sobre la ejecución de las medidas contra el absentismo laboral. La iniciativa solo recibió el apoyo del PRC y fue rechazada por PP y PSOE, que consideraron que el texto “no respondía al trabajo real” del Gobierno en esa materia.
El pleno, marcado por el cruce constante entre conservadores y progresistas, evidenció el aislamiento del PRC y el PSOE frente a la alianza táctica de PP y Vox, cada vez más consolidada en la Cámara autonómica.














