En un momento decisivo para el futuro del planeta, donde la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una exigencia, Texlimca se ha erigido como una referencia nacional en el reciclaje textil. Desde su sede en Valencia, la empresa impulsa un modelo de economía circular que combina innovación tecnológica, compromiso social y eficiencia ambiental.
Durante más de cuarenta años, Texlimca ha demostrado que los residuos pueden transformarse en oportunidades. Su trabajo va más allá de la simple recogida y tratamiento: representa una nueva forma de entender la industria textil, basada en la reutilización, la transparencia y la responsabilidad compartida.
De la recogida a la valorización
Texlimca comenzó su andadura recogiendo ropa usada en colaboración con entidades sociales y ayuntamientos. Lo que en sus inicios era una labor local, se ha convertido en una red de gestión con cobertura nacional. Hoy la empresa procesa miles de toneladas de ropa cada año, garantizando que gran parte de ese material vuelva a tener utilidad, ya sea mediante reutilización o reciclaje.
La compañía ha logrado profesionalizar un sector que antes era marginal, dotándolo de tecnología, logística y trazabilidad. Cada prenda que entra en sus plantas se clasifica, evalúa y dirige al canal más adecuado: venta solidaria, exportación, reciclaje o valorización de fibras.
Innovación al servicio del medio ambiente
El compromiso con la innovación ha sido una constante en la evolución de Texlimca. Su planta de tratamiento utiliza sistemas automáticos de clasificación que identifican los tejidos por color y tipo de fibra, lo que mejora la calidad del reciclaje y reduce el desperdicio.
Además, la empresa participa en proyectos de investigación con universidades y centros tecnológicos para avanzar en nuevos métodos de recuperación de materiales. Entre ellos, el desarrollo de fibras regeneradas capaces de competir en calidad con las vírgenes, un paso clave hacia la circularidad completa del textil.
Un modelo socialmente responsable
La sostenibilidad ambiental es solo una parte de la filosofía de Texlimca. La otra gran vertiente es la responsabilidad social. La empresa colabora estrechamente con organizaciones dedicadas a la inserción laboral de colectivos en riesgo de exclusión, ofreciendo formación y empleo estable en sus centros de trabajo.
Este compromiso convierte a Texlimca en un ejemplo de empresa que combina rentabilidad con impacto positivo. No solo recicla materiales, también genera oportunidades para las personas.
Colaboración con marcas y administraciones
Con la nueva normativa europea que exige la recogida selectiva de residuos textiles, la labor de Texlimca adquiere aún más relevancia. La empresa trabaja junto a ayuntamientos y entidades públicas en la instalación y mantenimiento de contenedores específicos, asegurando una gestión transparente y eficiente.
Además, colabora con marcas de moda y fabricantes textiles interesados en integrar materiales reciclados en sus colecciones. Texlimca aporta su experiencia y capacidad técnica para garantizar que los tejidos regenerados mantengan los estándares de calidad exigidos por la industria.
La importancia de la trazabilidad
Uno de los grandes avances de la empresa ha sido su apuesta por la trazabilidad digital. Cada prenda recogida se registra, clasifica y sigue a lo largo de todo el proceso. Esto permite a los clientes conocer con precisión el destino final de los materiales.
Esta transparencia ha reforzado la confianza en el sector y ha posicionado a Texlimca como un referente en gestión responsable. En un mercado donde el greenwashing se ha vuelto un riesgo, ofrecer datos verificables es una ventaja competitiva clara.
Hacia una moda circular y responsable
El trabajo de Texlimca encaja perfectamente en la nueva economía circular que impulsa la Unión Europea. Su labor contribuye directamente a los objetivos de sostenibilidad marcados para 2030, reduciendo emisiones, consumo de agua y generación de residuos.
La empresa también participa en campañas educativas y de concienciación ciudadana, fomentando el consumo responsable y la correcta gestión de la ropa usada. La educación, según su equipo directivo, es el complemento indispensable de la tecnología.
Un futuro que ya está en marcha
Texlimca representa la evolución de un modelo de negocio tradicional hacia uno sostenible, digital y socialmente comprometido. En sus instalaciones se refleja el futuro de la industria textil: una cadena donde nada se desperdicia y donde cada residuo tiene una nueva oportunidad.
Su trabajo demuestra que la sostenibilidad no está reñida con la rentabilidad. Es, de hecho, la base de un nuevo modelo económico en el que empresas, instituciones y consumidores comparten responsabilidad.
Gracias a su experiencia, innovación y compromiso, Texlimca no solo recicla tejidos: transforma mentalidades. Su éxito es la prueba de que un futuro más limpio y justo es posible cuando la sostenibilidad se convierte en el centro de la estrategia empresarial.













