El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Santander ha pedido que el proyecto de reforma de la bolera de El Verdoso, que ejecutará el Gobierno de Cantabria a través de la empresa pública Gesvican, garantice la conservación de sus fachadas históricas como elemento esencial del patrimonio urbano y sentimental de la ciudad.
Su portavoz, Felipe Piña, ha recordado que El Verdoso “no es solo un espacio deportivo, sino también un lugar de identidad colectiva” que forma parte del patrimonio cultural santanderino. Inaugurada en 1978, la instalación ha sido, en sus palabras, “un referente indiscutible del bolo palma”, además de un punto de encuentro social y cultural.
Piña ha subrayado que las fachadas originales, de clara inspiración montañesa, proyectan desde hace casi medio siglo “una imagen reconocible y simbólica” en el paisaje urbano de Santander. Por ello, advierte de que el nuevo proyecto de remodelación previsto por el Gobierno autonómico introduce “cambios sustanciales” en la estética exterior del recinto, lo que a su juicio podría suponer “la desaparición de las señas de identidad del equipamiento y la ruptura de la coherencia visual que El Verdoso ha mantenido durante décadas”.
“Modernizar no puede ser sinónimo de borrar la historia”, ha afirmado el portavoz regionalista, quien considera que la rehabilitación debe “compatibilizar la actualización funcional de las instalaciones con la protección del valor histórico y estético de su arquitectura”.
En este sentido, Piña ha criticado la “obsesión” del equipo de Gobierno municipal por “destruir todo lo que forma parte de la identidad y el patrimonio de la ciudad”, y ha reafirmado el compromiso del PRC con una modernización que preserve los elementos que “dan carácter y autenticidad a Santander”.
Para ello, el grupo regionalista ha presentado un ruego al Pleno municipal de esta semana en el que solicita instar al Gobierno de Cantabria a conservar y sanear las fachadas originales de la bolera de El Verdoso dentro del proyecto de reforma que está en tramitación, “garantizando su integración armónica con la necesaria redistribución interior del recinto”.














