La Guardia Civil de Cantabria investiga a una mujer de 58 años por presunta estafa continuada al haber hecho un uso fraudulento durante una década de la tarjeta bancaria de un hombre de 67 años con dificultades cognitivas. Gracias a la denuncia de un familiar, se detectaron cargos no autorizados en compras de combustible, ropa y alimentos a domicilio, ascendiendo a unos 2.000 euros. La acusada aprovechaba la confianza ganada para disponer de la tarjeta como si fuera propia.
En un caso relacionado, un hombre de 31 años de Torrelavega fue detenido por realizar trece pagos fraudulentos con una tarjeta hurtada en Suances, sumando cerca de 350 euros en cargos en estaciones de servicio, estancos y pastelerías. Ambos casos están siendo instruidos como delitos de estafa y han sido puestos a disposición judicial, mientras la Guardia Civil recuerda la importancia de extremar precauciones con las tarjetas bancarias y denunciar movimientos sospechosos cuanto antes.
La institución policial también ha informado que permite denunciar telemáticamente cargos no autorizados a través de su sede electrónica, facilitando los trámites a las víctimas. En casos donde no sea posible usar medios digitales, la denuncia puede presentarse presencialmente o vía telefónica en los puestos de la Guardia Civil, además de la aplicación oficial para móviles. Esta labor forma parte del Plan Mayor Seguridad para proteger a personas vulnerables ante fraudes en Cantabria.














