La comunidad autónoma de Cantabria ha respaldado oficialmente la Declaración de Galicia aprobada por los 21 miembros de la Delegación Española del Comité Europeo de las Regiones (CdR), un documento que pone en cuestión la propuesta de la Comisión Europea para el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034. Este consenso regional y local rechaza la centralización de las decisiones en los Estados miembros, la disminución de la transparencia en el reparto de fondos y la pérdida de protagonismo de las regiones, factores que amenazan el principio de cohesión territorial de la Unión Europea.
La consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, firmó la declaración en Santiago de Compostela durante la reunión de la Delegación Española en la que también participaron otros representantes, encabezada por Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia. Urrutia calificó el documento como un punto de inflexión para reconocer la importancia estratégica de las regiones en Europa y en la gestión de los fondos comunitarios. Además, denunció el “empecinamiento del Gobierno de España” por nacionalizar la gestión de los fondos europeos MRR y NextGeneration, lo que, según ella, provocará la devolución de una gran parte de estos recursos el próximo año.
En su intervención, la consejera resaltó la importancia de una Unión Europea preparada para los retos futuros “de la mano de las regiones”, recordando que la política de cohesión es el “rostro más humano, solidario y esperanzador de la UE”. Subrayó que la cohesión debe ser vista como una inversión en resiliencia y urgió a que el próximo MFP refleje este enfoque con claridad.
La preocupación cántabra se centra especialmente en la política regresiva que supone para el sector primario, que representa el 5,8% del PIB regional, genera unos 7.000 empleos directos y mueve un negocio anual de 1.700 millones de euros. La propuesta europea contempla un recorte del 67% en la política pesquera común, con una disminución cercana a 10 millones de euros, y un 22% menos en la política agraria común, lo que implica una pérdida de unos 72 millones de euros para Cantabria. Estos recortes han provocado un rechazo unánime por parte de las autoridades regionales y el sector.
Finalmente, Urrutia defendió la gobernanza multinivel y la participación activa de regiones y entidades locales en la definición y ejecución de los programas y fondos europeos, especialmente frente a la urgencia de gestionar las crisis desde la proximidad. Su mensaje final fue claro: “Cuando Europa invierte en cohesión, invierte en estabilidad, y cuando confía en sus regiones, invierte en futuro”.
La Declaración de Galicia reclama una revisión profunda del Marco Financiero Plurianual siguiendo las recomendaciones hechas recientemente por el Comité Europeo de las Regiones y el Parlamento Europeo. Exige un presupuesto europeo más ambicioso, superior al 2% de la Renta Nacional Bruta, que permita afrontar los desafíos geopolíticos y cumplir con los objetivos comunitarios en cohesión, agricultura y pesca. Además, solicita reforzar la gestión compartida de los fondos, mantener políticas de cohesión fuertes y específicas para todas las regiones y reducir las desigualdades territoriales, preservando el papel de las regiones ultraperiféricas.
Por último, la delegación española alerta sobre el riesgo de centralización excesiva de los fondos y reclama una participación real y efectiva de las comunidades autónomas y de las entidades locales en la planificación y ejecución de estos recursos, con la incorporación de capítulos regionales que refuercen la cooperación interadministrativa y la gestión descentralizada.