La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha dictado este miércoles orden de búsqueda y captura contra un hombre acusado de violar a su expareja, al no haberse presentado al juicio previsto a las 10.00 horas en el tribunal. La vista oral ha quedado suspendida y la Sala ha acordado que se proceda a su localización y arresto para garantizar su puesta a disposición judicial y su futura comparecencia en el plenario.
El ministerio público reclama para el procesado una pena de nueve años y once meses de prisión por los delitos de agresión sexual y quebrantamiento de condena, este último con la agravante de reincidencia. Según el escrito de acusación, el hombre mantenía encuentros con su expareja pese a una condena previa que le prohibía acercarse o comunicarse con ella.
En esos contactos, algunos consentidos, ambos mantuvieron relaciones en el domicilio del acusado. Sin embargo, el fiscal relata que en una de esas ocasiones, tras haber consumido varias cervezas, surgió una discusión por motivos económicos. Fue entonces cuando el procesado trató de mantener relaciones sexuales con ella, pese a la negativa de la mujer. Según la acusación, la empujó contra la cama, la inmovilizó y la penetró vaginalmente en contra de su voluntad, para después echarla de su vivienda.
La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito continuado de quebrantamiento de condena y otro de violación. Además de la pena de prisión, reclama que el acusado tenga prohibido acercarse y comunicarse con la víctima durante un periodo dos años superior a la condena de cárcel, así como que quede sometido a libertad vigilada cinco años más allá de la privación de libertad. Asimismo, solicita su inhabilitación durante quince años para cualquier actividad relacionada con menores.
En el ámbito civil, el ministerio público pide que el procesado indemnice a la mujer con 6.000 euros por los daños morales derivados de los hechos. La celebración del juicio queda ahora pendiente de la localización y detención del acusado, ordenada por el tribunal para asegurar que se siente en el banquillo.