La formación política Cantabristas ha lanzado una denuncia contundente ante la situación crítica que atraviesa el Hospital de Laredo, centro que está sufriendo un continuo desmantelamiento en su estructura y servicios. Ester López, portavoz de Cantabristas, ha puesto el foco en el deterioro paulatino que se está registrando especialmente en áreas fundamentales como traumatología y la atención quirúrgica, con recortes constantes de personal y recursos que amenazan con transformar lo que debería ser un hospital comarcal de referencia en un centro sanitario de menor rango, prácticamente un centro de salud ampliado.
La realidad que vive el Hospital de Laredo es preocupante y se traduce en listas de espera que superan los dos años, pacientes que deben ser derivados a la sanidad privada generando costes millonarios para el sistema público, y profesionales sometidos a jornadas laborales extremas, con guardias que sobrepasan las 48 horas semanales. López denuncia además la disminución progresiva de especialidades médicas, una situación “inaceptable que está dejando a la población de la comarca oriental en una situación de abandono sanitario”.
Según explica la portavoz, esta tendencia refleja una reducción preocupante en los recursos disponibles para el hospital, provocando un deterioro en la calidad asistencial que, de no corregirse, podrá llevar a la pérdida del carácter de centro comarcal de referencia. “Lo que requerimos es un hospital dotado de medios adecuados, con personal suficiente y cualificado para atender las necesidades reales de la población”, subraya.
Cantabristas ha hecho un llamamiento firme a la defensa de la sanidad pública en Cantabria, recalcando especialmente la importancia de preservar el Hospital de Laredo como un equipamiento sanitario esencial para la zona oriental. “No podemos permitir que como sociedad retrocedamos en algo tan básico y vital como es la salud, ya que estamos hablando de vidas y del bienestar de miles de personas que dependen de este servicio”, concluye Ester López.
La formación exige a las autoridades regionales un compromiso real y efectivo para revertir esta peligrosa situación, que hasta ahora se ha traducido en desinversión, falta de planificación y precariedad laboral, asuntos que ponen en riesgo no solo la calidad de la atención médica sino también la confianza de los ciudadanos en el sistema público de salud. En este momento crucial, Cantabristas pide un plan urgente de actuación que garantice la recuperación y mejora de todas las especialidades y servicios, la contratación y estabilización del personal sanitario, y la dotación de recursos tecnológicos y humanos que permitan ofrecer asistencia sanitaria de excelencia a la población de Laredo y sus alrededores.
El futuro del Hospital de Laredo está en juego, y, según advierten desde Cantabristas, es fundamental actuar cuanto antes para que no se convierta en un centro subsidiario sin capacidad de cubrir adecuadamente las demandas sanitarias de su área de influencia. La sanidad pública es un derecho y un pilar básico de la sociedad, y su fortalecimiento debe ser una prioridad para cualquier gobierno que pretenda garantizar el bienestar de sus ciudadanos.