El Juzgado de Instrucción número 5 de Santander, en funciones de guardia, ha decretado este lunes prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido el pasado sábado por su presunta implicación en una reyerta con arma blanca ocurrida en la capital cántabra. El altercado, que tuvo lugar en la zona de la calle Arrabal durante la madrugada, dejó tres personas heridas, una de ellas con pronóstico reservado, que continúa ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. La magistrada considera que hay indicios suficientes para investigar al arrestado por un presunto delito de lesiones graves cometidas con un instrumento peligroso.
Los hechos se produjeron alrededor de las 6:19 horas del sábado, apenas unas horas después del inicio oficial de la Semana Grande de Santander. Según informaron fuentes policiales, una llamada al CIMACC 091 alertó de una pelea violenta entre varios individuos en la confluencia de las calles Arrabal y Marina, lo que activó el despliegue inmediato de varias patrullas de la Policía Nacional. A su llegada, los agentes se encontraron con tres varones heridos, tendidos sobre la calzada, con lesiones compatibles con arma blanca.
Tras estabilizar a los heridos en el lugar, los servicios sanitarios los trasladaron de urgencia al hospital, donde uno de ellos fue ingresado en la UCI debido a la gravedad de las lesiones. El presunto autor de las agresiones fue detenido en las inmediaciones poco después, y desde entonces permanecía bajo custodia policial hasta su paso a disposición judicial este lunes. Tras escuchar su testimonio y analizar los primeros atestados, el juzgado ha ordenado su ingreso en el centro penitenciario de El Dueso (Santoña), a la espera de que avance la instrucción.
La Policía Nacional continúa con la investigación para esclarecer con detalle lo ocurrido y confirmar si el detenido actuó solo o si hubo más personas implicadas en la trifulca. Mientras tanto, el incidente ha generado preocupación en la ciudad al producirse en pleno inicio de las fiestas patronales, en una zona céntrica y en un horario de máxima afluencia de jóvenes. Aunque el dispositivo policial especial por la Semana Grande estaba ya activado, no se descarta que se refuercen los controles nocturnos tras este suceso.