La jornada del martes se vio empañada en dos piscinas municipales del Besaya —Tanos (Torrelavega) y Puente San Miguel (Reocín)— por la aparición de excrementos en el agua, lo que ha obligado a cerrar ambas instalaciones y activar protocolos sanitarios para garantizar la seguridad de los usuarios.
En el caso de la piscina de Tanos, un usuario habría defecado directamente en el vaso grande. El concejal de Deportes de Torrelavega, Nacho González, ha indicado que no se puede determinar si se trató de un accidente o de un acto intencionado, aunque la deposición fue detectada mientras había bañistas.
En Puente San Miguel, el incidente tuvo un componente aún más llamativo: una bolsa con heces humanas apareció flotando en el agua. La concejala responsable, Margari Martínez, ha calificado el hecho de “lamentable” y no descarta que pueda estar relacionado con algún reto viral, como el que circuló en redes sociales hace un par de veranos, donde se incitaba a defecar en piscinas públicas.
Ambos ayuntamientos han reaccionado de inmediato con el cierre preventivo de las instalaciones y la aplicación de los correspondientes protocolos sanitarios, que incluyen la depuración del agua, análisis bacteriológicos y, en concreto, pruebas para detectar la presencia de E.Coli.
En el caso de Torrelavega, se espera recibir los resultados de las analíticas este jueves 10 de julio. Si los niveles son adecuados, la piscina podrá reabrir con normalidad. En Reocín, la edil Margari Martínez ha advertido a los vecinos que, aunque el agua pueda parecer limpia a simple vista, “pueden quedar bacterias”, por lo que no se abrirá hasta tener todas las garantías sanitarias.
Ambas autoridades han pedido comprensión a los usuarios y han reiterado su compromiso con la seguridad e higiene en estas instalaciones. Mientras tanto, se ruega a la ciudadanía respetar las normas de uso y colaborar para evitar situaciones similares.