El pasado jueves, la Policía de Santander tuvo que intervenir en varios incidentes relacionados con ruidos y molestias en diversas áreas de la ciudad. A la 01:05 horas, en la Avenida de los Castros, un joven de 22 años fue identificado y denunciado por celebrar una fiesta en su vivienda con música alta y voces, perturbando el descanso vecinal.
Más tarde, a las 02:45 horas en la Calle Calvo Sotelo, una mujer de 27 años fue denunciada por gritos y voces a altas horas, además de negarse a identificarse ante los agentes y mostrar falta de respeto hacia ellos. En el registro, se le incautó una sustancia que se sospecha es cocaína, lo que originó una intervención adicional. En el ámbito hostelero, la Policía Local sancionó varios establecimientos en la calle Vargas y Lope de Vega por problemas con música en volumen elevado y la falta de licencias necesarias para sus terrazas, lo que generó molestias a los vecinos.
A las 01:20 horas en la Calle Hernán Cortés, se sancionó a otro establecimiento por música a alto volumen, acumulación de clientes en el exterior sin autorización y desorden, lo que también resultó en múltiples denuncias a los clientes por comportamientos ruidosos. Además, dos de ellos fueron multados por desobedecer a los agentes.
La jornada también dejó intervenciones por tráfico, como la detención de un conductor de 53 años en la Calle El Empalme, quien dio positivo en las pruebas de drogas. Por otro lado, un conductor de 20 años fue investigado por circular sin permiso de conducción, al ser sorprendido manejando a alta velocidad en la Calle José María de Cossío.
En cuanto a accidentes, a las 19:30 horas, un autobús municipal en la Calle Calvo Sotelo frenó bruscamente para evitar una colisión, causando que varios pasajeros cayeran y resultaran heridos. Dos fueron trasladados al hospital para recibir atención médica.