En un Sardinero entregado y consciente de la importancia de la cita, el Racing de Santander logró una victoria de oro ante el Deportivo de La Coruña (2-1), en un partido que empezó de cara para los locales, se complicó en el tramo final y terminó con los cántabros defendiendo con uñas y dientes tres puntos vitales para seguir aspirando al ascenso directo.
El partido arrancó con el Racing sabiendo que los tropiezos de Levante y Elche la víspera le daban una oportunidad de oro. Desde el primer minuto, el equipo de José Alberto salió más enchufado, buscando el gol con verticalidad y presión alta. Ya en los primeros compases, Karrikaburu dispuso de una clara ocasión que abortó Helton, aunque la jugada fue invalidada por un fuera de juego muy ajustado.
La primera gran polémica del encuentro llegó en el minuto 8, cuando el colegiado anuló un gol al Racing tras una supuesta falta de Pablo Rodríguez sobre el portero gallego en un córner lanzado por Michelin. Sin embargo, el Racing no se descompuso, y en el 11 encontró el premio. Javi Castro aprovechó un balón suelto tras un error de Helton para anotar el primer tanto, en una jugada que necesitó revisión VAR, pero que finalmente subió al marcador.
Con el 1-0, el Racing supo gestionar el ritmo del partido. Se replegó, cerró líneas y buscó el contragolpe como su mejor arma. El Deportivo, que había llegado a Santander con la moral alta tras varias jornadas sin perder, se vio incómodo ante la buena organización de los verdiblancos. Aunque Yeremay intentó agitar a los suyos, sus llegadas apenas pusieron en aprietos a Ezkieta.
Antes del descanso, en el añadido, el Racing asestó un golpe casi definitivo: un pase milimétrico de Vencedor dejó a Karrikaburu solo ante Helton, y el delantero, con sangre fría, picó la pelota para firmar un golazo que puso el 2-0 en el marcador y desató la euforia en la grada.
Tras el paso por vestuarios, el Deportivo adelantó líneas y asumió el protagonismo del balón. Yeremay volvió a avisar con un disparo alto y un mano a mano que detuvo bien Ezkieta, aunque el árbitro había señalado fuera de juego. El Racing, mientras, buscaba salir al contraataque, pero cada vez le costaba más conectar con sus hombres de arriba.
José Alberto movió el banquillo buscando refresco, pero fue el Deportivo el que empezó a rondar el gol con más peligro. En el minuto 78, un tanto gallego fue anulado por fuera de juego, y en el 85, tras una serie de rechaces, Genreau acertó para recortar distancias e instalar el nerviosismo en El Sardinero.
Los últimos minutos fueron de infarto. El Deportivo volcó todo su arsenal ofensivo sobre el área cántabra, mientras el Racing resistía como podía. En el 94, Genreau pasó de héroe a villano, viendo la tarjeta roja directa y dejando a su equipo en inferioridad en el tramo final. Con más corazón que fútbol, el Racing sostuvo el resultado hasta el pitido final.
Esta victoria permite al conjunto santanderino igualar en la clasificación al Levante y colocarse a solo dos puntos del Elche, apretando todavía más una lucha por el ascenso que promete emociones fuertes hasta el final.














