La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado este jueves a un hombre a dos años de prisión y a 140 días de trabajos en beneficio de la comunidad tras reconocer haber amenazado, abofeteado y realizado tocamientos a su expareja.
El juicio, previsto para celebrarse en la Sección Tercera del tribunal, no ha llegado a desarrollarse tras alcanzarse un acuerdo entre las partes en el inicio de la vista. El procesado ha aceptado los cargos y ha sido declarado culpable de un delito de amenazas leves en el ámbito de la violencia de género, un delito de maltrato de obra, y otro de agresión sexual.
Además de las penas impuestas, la Audiencia ha dictado otras medidas accesorias: seis años de prohibición para tener o portar armas, doce años de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima, y siete años de inhabilitación para desempeñar actividades que impliquen contacto directo y habitual con menores.
Durante la sesión, el tribunal ha acordado suspender la ejecución de la pena de prisión, siempre que el condenado no cometa ningún delito durante los próximos cuatro años, participe en un programa de reeducación específico para agresores y cumpla estrictamente con la orden de alejamiento.
Esta resolución, fruto del reconocimiento de los hechos por parte del acusado, pone fin al proceso judicial evitando el juicio completo y marcando un itinerario de control y seguimiento judicial durante los próximos años.