Bridgestone ha confirmado este martes sus planes de reestructuración en España con la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 546 trabajadores de sus plantas de Puente San Miguel (Cantabria) y Basauri (Bizkaia). En concreto, la compañía prevé la salida de 211 empleados en la factoría cántabra, que cuenta actualmente con 418 personas en plantilla, y de 335 en la vasca, donde trabajan 831 operarios.
La empresa lleva meses advirtiendo de la difícil situación del sector en Europa, con un descenso de la demanda en los segmentos de neumáticos agrícolas y de camión, áreas en las que están especializadas ambas fábricas. Este ajuste no solo supondrá despidos, sino también una reducción de la capacidad productiva. En Basauri, la actividad se reorganizará con tres turnos en lugar de los cinco actuales, mientras que en Puente San Miguel la producción pasará a operarse en solo dos turnos.
Desde los sindicatos han recibido la noticia con indignación, calificando la medida de «injustificada» y denunciando que los trabajadores son «meros números» para la empresa, a pesar de los sacrificios realizados en los últimos años para mantener la competitividad. En este sentido, ya estudian posibles movilizaciones para hacer frente al ajuste anunciado por la multinacional.
Fuentes sindicales han informado e El Mirador Digital que se está preparando un comunicando conjunto y consensuando las movilizaciones que anunciarán en las próximas horas.