La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un hombre a un año y ocho meses de prisión por estafar más de 7.000 euros a un anciano con el que había entablado amistad. La sentencia ha sido fruto de un acuerdo alcanzado entre las partes antes del inicio del juicio, previsto para este martes, en el que el acusado ha reconocido los hechos y ha consignado parte del dinero sustraído.
El condenado, que ha admitido un delito continuado de estafa, devolvió un teléfono móvil que había comprado con la tarjeta de la víctima y entregó 5.700 euros. Esta circunstancia, junto a una atenuante de alteración mental en el momento de los hechos, ha sido tenida en cuenta para la rebaja de la pena. Además, deberá indemnizar con 338 euros a la familia del anciano, quien falleció antes de la celebración del juicio.
Según el relato del Ministerio Fiscal, el acusado conoció a la víctima en un bar y, tras ganarse su confianza, comenzó a visitarlo con frecuencia en su domicilio con la excusa de hacerle compañía. En ese contexto, el anciano le facilitó su tarjeta bancaria para hacer compras en el supermercado, ya que tenía problemas de movilidad.
Aprovechando esta relación de confianza, el condenado contrató un servicio de alarma para la vivienda de la víctima, accediendo a la clave secreta y controlando las cámaras de vigilancia. Además, utilizó la tarjeta bancaria del anciano para comprar un mueble de salón y un sofá por 1.800 euros, aunque estos fueron enviados a la casa del propio acusado. También adquirió un teléfono móvil y accesorios por 1.375 euros y realizó extracciones en cajeros automáticos por un total de 4.200 euros sin el consentimiento del propietario de la tarjeta.
La sentencia condenatoria ha tenido en cuenta la reparación parcial del daño y la alteración mental del acusado, aunque la Fiscalía subrayó la gravedad del engaño al tratarse de una persona vulnerable.













