La Policía Nacional ha detenido a una mujer por un delito de hurto de un teléfono móvil en un autobús urbano de Santander, y a un hombre que regentaba una tienda de telefonía, por receptación y coacciones a la víctima.
La operación, conocida como «Sanali», comenzó después de que una joven denunciara el robo de su teléfono móvil en un autobús municipal de Santander en agosto del año pasado. La víctima proporcionó a la policía geolocalizaciones del dispositivo, lo que permitió seguir la pista del teléfono. Durante su investigación, la denunciante se acercó a la tienda de telefonía donde descubrió que el terminal se encontraba allí. Aunque inicialmente el dueño negó saber algo, posteriormente reconoció que una pareja había llevado el teléfono para desbloquearlo.
El regente de la tienda, tras contactar con la víctima, le ofreció devolverle el móvil a cambio de que retirara la denuncia y le pagara 130€. Sin embargo, la policía descubrió que el hombre había adquirido el teléfono de la pareja por 100€ y había intentado ocultar su origen. En una inspección realizada el 21 de agosto, se incautaron 26 teléfonos móviles de procedencia dudosa en la tienda, y el dueño fue multado por emplear a un trabajador de forma irregular.
El dueño del establecimiento fue arrestado por receptación y coacciones a la víctima y posteriormente puesto a disposición judicial. La investigación culminó el 22 de octubre con la detención de la mujer presuntamente responsable del hurto del teléfono móvil en el autobús.
Ambos detenidos enfrentan cargos por sus respectivos delitos tras las actuaciones policiales.