El pasado domingo y lunes, la Policía Local de Santander llevó a cabo dos intervenciones relacionadas con la tenencia de perros de razas catalogadas como potencialmente peligrosas.
A las 19:20 horas del domingo, en el Paseo de Pereda, agentes de la Policía identificaron a un hombre de 44 años como responsable de un perro de raza Pit Bull que se encontraba en la vía pública sin el bozal correspondiente, una medida obligatoria para este tipo de animales en espacios públicos.
Horas más tarde, a las 00:20 horas del lunes, en la Calle Monte, la Policía Local denunció a una mujer de 49 años por no contar con la licencia necesaria para la tenencia de un perro de raza American Bully, también considerada potencialmente peligrosa. La normativa exige que los propietarios de este tipo de animales presenten la documentación correspondiente para garantizar la seguridad pública.
Ambos incidentes subrayan la importancia de cumplir con las regulaciones locales en cuanto a la tenencia y manejo de animales de razas potencialmente peligrosas, con el fin de evitar situaciones de riesgo para la ciudadanía.