Parece que han pasado ya muchísimos años de aquel mes de enero que fue tan importante en la historia reciente del Real Racing Club, pero en realidad solo hace 10 años exactamente.
El club se encontraba dirigido por Ángel Lavín “Harry” con la sombra alargada de Francisco Pernía el expresidente, con un cisma social de una gran magnitud y el equipo deportivamente en segunda división B tratando de que el paso por la categoría de bronce en aquel entonces del fútbol español fuera efímero.
En aquella temporada el equipo dirigido por Paco Fernández y una plantilla sin grandes estrellas, hizo una gran participación en la Copa del Rey, eliminando equipos de primera división como el Sevilla, por ejemplo, y llegando a los cuartos de final de Copa del Rey frente a la Real Sociedad.
Era sin lugar a duda el partido más importante de la carrera deportiva de cuerpo técnico y muchos jugadores de aquel plantel esa vuelta de los cuartos de final de Copa del Rey frente a la Real Sociedad de Fútbol, porque pese al 3-1 de la ida no estaba ni mucho menos cerrada la eliminatoria, aunque sí muy complicada. Sin embargo, a la plantilla deportiva de aquella temporada 2013-2014 del Racing no les tembló el pulso en realizar un plante sin precedentes dada la motivación de este para forzar una solución definitiva del conflicto que se vivía entre directiva y el resto de los estamentos del club desde hacía ya muchos meses.
Después de muchas manifestaciones populares y de la condena de cada vez más gente de la sociedad civil de Cantabria, se estaba llegando a un punto insostenible en el día a día del club hasta el punto de que los jugadores junto al cuerpo técnico decidieron que tenían que hacer algo por buscar una solución definitiva y defender así también sus derechos laborales. Tomaron la decisión de un plante con el que romper una cuerda ya demasiado tensa.
Gil Manzano era el encargado de dirigir un choque en el que ya todo el mundo sabía lo que podía suceder, y es que las presiones para que el equipo jugase fueron muy grandes contrastando con el ánimo de una afición verdiblanca que estaba harta de los gestores del club y que daban total apoyo a la posibilidad de no jugar el partido.
Definitivamente ese día se cumplieron los prolegómenos habituales de un partido, pero tras pitar el inció del partido el colegiado, la Real Sociedad tocó la pelota en campo propio durante 30 segundos hasta que la lanzó fuera, momento en el que todo el estadio con una media entrada en una tarde noche fría y algo lluviosa del mes de enero se puso en pie para vitorear a su equipo que permanecía abrazado junto al círculo central del campo, mientras en el banquillo hacían lo propio jugadores y cuerpo técnico.
Gil Manzano requirió a Mario Fernández capitán del equipo para preguntarle si no iban a jugar, a lo que hasta en tres ocasiones le contestó que no el capitán, dando el colegiado por finalizado el encuentro en un hecho histórico que llenó de orgullo a una afición que se volcó a aplaudir a sus jugadores y cuerpo técnico encabezado por el asturiano Paco Fernández.
Fue el principio de una serie de acontecimiento vertiginosos que saco a la directiva denominada popularmente como de “los chorizos” del club, con una imagen icónica del Racing que dio la vuelta al mundo, y es que en esos días fue muy común que cántabros en el exilio llamasen a casa desde diferentes lugares del mundo para decir que habían visto el plante del Racing por distintos canales de televisión.
Fue un acto de valentía que cambio el curso de la gestión del club, aunque después deportivamente el Racing ha seguido luchando por salir de las categorías más bajas en las que ha militado en su historia, se fue encaminando cada temporada en una mayor estabilidad económica, institucional y social que hace que ahora diez años después se vuelva a priorizar la importancia de lo que sucede en el rectángulo de juego y no tanto lo que sucede en otros apartados que normalmente pasan más desapercibidos para el aficionado en general.
Fue el principio de un par de días de locura que acabó con una junta general el 31 de enero que nos dejaba una nueva junta directiva de transición que abriría un nuevo camino para el club en el peor momento de su historia.
El administrador judicial de WGA Sports Holding, llamado Onur Arslan, fue quien autorizó que ese nuevo Consejo de Administración llevase a cabo incluso otra auditoría de la entidad. El consejo de administración que acabó de cerrar esta revolución verdiblanca por salvar al club en el año de su centenario estuvo compuesto por el exjugador Juan Antonio Tuto Sañudo (presidente), el humorista, actor y presentador de televisión Félix Álvarez, Felisuco, el exjugador Paco Liaño, el entrenador de porteros Pedro Alba, el economista David Bárcena, el entrenador Juan Gutiérrez Rebanal, el asesor fiscal Raúl Serrano Oceja y el abogado Marcos Rivas Novoa.
Días de orgullo y esperanza para un sufrido racinguismo en aquellos días que fueron claves para seguir teniendo vida, ya fuera en mejores momentos o peores. Un título no físico que se llevará siempre en la memoria del racinguismo que vivió aquellos duros tiempos.
Ahora la nueva propiedad de Sebastián Ceria del club y con el mandato de Manolo Higuera están trayendo mucha estabilidad deportiva, social y económica a la entidad verdiblanca que seguro quienes vivieron aquellos tiempos oscuros saben apreciar mucho, pase lo que pase con los resultados deportivos.