La comisión mixta Iglesia-Gobierno, integrada por representantes de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y del Obispado de Santander, ha analizado este miércoles en su reunión las actuaciones ejecutadas en materia de conservación del patrimonio religioso desde el pasado mes de enero y ha definido las principales líneas de trabajo conjuntas para los próximos meses.
El encuentro, celebrado en la sede de la Consejería de Cultura, estuvo presidido por el titular del área, Luis Martínez Abad, y por el obispo de la Diócesis de Santander, Arturo Ros. Ambos destacaron el “espíritu de cooperación y confianza mutua” que mantiene el Gobierno de Cantabria con la Iglesia, y coincidieron en que “el trabajo compartido entre instituciones es la mejor herramienta para preservar, difundir y poner en valor un legado histórico que forma parte de la identidad cultural” de la comunidad.
Durante la reunión, se revisaron diferentes proyectos de restauración llevados a cabo este año, entre ellos los trabajos de recuperación de las iglesias de Laredo y Santillana del Mar, así como las obras de mejora en las cubiertas de la iglesia de Santoña y en varias ermitas que precisaban rehabilitación urgente.
El consejero Martínez Abad ha subrayado que este tipo de intervenciones “demuestran que la colaboración entre el Ejecutivo autonómico y el Obispado da resultados tangibles a la hora de conservar el patrimonio y garantizar su accesibilidad a vecinos y visitantes”.
Por su parte, el obispo Arturo Ros ha recordado que el Obispado ha contado en 2025 con una subvención de 250.000 euros destinada al mantenimiento y recuperación de templos y bienes eclesiásticos. Respecto al próximo ejercicio, ha explicado que las nuevas actuaciones dependen de la aprobación de los presupuestos autonómicos de 2026, actualmente pendientes del trámite parlamentario.
Plan de Apertura de Monumentos Religiosos
Uno de los asuntos destacados del orden del día fue la evaluación de las iniciativas vinculadas al Plan de Apertura de Monumentos Religiosos, un programa impulsado para facilitar la visita turística y cultural a templos y edificios de especial valor artístico en distintas localidades cántabras.
Con el objetivo de reforzar y difundir este plan, el Obispado ha recibido este año una ayuda de 60.000 euros del Gobierno cántabro. Esta aportación permite ampliar los horarios de apertura, mejorar la señalización y ofrecer información actualizada a los visitantes.
Tanto Martínez Abad como el obispo Ros han coincidido en subrayar que esta colaboración “no se limita a la conservación física de los inmuebles, sino que busca dar vida a los espacios y contribuir a que la ciudadanía redescubra su riqueza artística y espiritual”.
Ambas instituciones han mostrado su satisfacción por los avances realizados en los últimos meses y han reafirmado su compromiso de mantener una línea de trabajo estable que combine restauración, accesibilidad y promoción turística.
“El patrimonio religioso conforma una parte esencial del legado histórico de Cantabria, y conservarlo es una tarea de presente y de futuro que requiere constancia, sensibilidad y cooperación”, ha concluido el consejero de Cultura.













