El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santander, Luis Enrique García, ha dictado auto de apertura de juicio oral contra R J. R., el monitor deportivo acusado de grabar con su teléfono móvil a jugadoras de fútbol mientras se cambiaban o duchaban en las instalaciones municipales de La Concha, en Villaescusa.
La Fiscalía solicita para él una condena total de 148 años de prisión por 51 delitos contra la intimidad cometidos presuntamente sobre 20 chicas menores de edad y 31 mujeres adultas, además del pago de 22.500 euros de multa y la inhabilitación para trabajar con menores o ejercer funciones educativas y deportivas durante el tiempo de la pena.
El magistrado acuerda asimismo que el acusado deposite una fianza de 104.000 euros para hacer frente a las posibles responsabilidades pecuniarias, advirtiendo que, en caso de no hacerlo, se procederá al embargo de bienes por dicha cuantía.
Los hechos
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, R J. R., que ya fue absuelto en otro procedimiento por falta de pruebas en una causa de presuntos abusos, trabajaba en 2024 como monitor deportivo para una empresa contratada por el Ayuntamiento de Villaescusa para gestionar las escuelas municipales, entre ellas la de fútbol femenino.
Entre abril y agosto de ese año, y en al menos 20 jornadas coincidiendo con entrenamientos y partidos disputados en el campo de La Concha, habría colocado su teléfono móvil —un terminal Samsung S10— en un cuarto contiguo al vestuario femenino, aprovechando un hueco entre ambas estancias para grabar en secreto 36 vídeos en los que se veía a jugadoras, menores y adultas, cambiándose de ropa o duchándose sin percatarse de la cámara.
El fiscal sostiene que el acusado “abusó de su posición” y de su acceso a las instalaciones municipales, incumpliendo la normativa sobre privacidad y protección de datos. Fue sorprendido el 31 de agosto de 2024 por jugadoras del equipo Oceja de Santillana del Mar, que detectaron el móvil grabando durante un partido amistoso. Poco después, la Guardia Civil lo detuvo.
La acusación
La calificación del fiscal incluye 18 delitos contra la intimidad de adultos (45 años de prisión), otros 18 contra menores (54 años), 14 delitos continuados del mismo tipo (45 años y seis meses) y uno más continuado sobre menores (3 años y medio). En total, 148 años de cárcel y 22.500 euros en multas.
El Ministerio Público pide además que se le prohíba residir en el municipio de Villaescusa ni acercarse a sus instalaciones deportivas durante 225 años, a razón de cinco por cada delito, además de la inhabilitación especial para trabajar como monitor o entrenador y para ejercer cualquier función que implique contacto con menores.
En materia civil, reclama 78.000 euros de indemnización a las víctimas por daños morales y secuelas psicológicas, declarando responsables subsidiarios de su pago al Ayuntamiento de Villaescusa y a la empresa empleadora del acusado, de manera conjunta y solidaria.
El fiscal recuerda que, conforme al artículo 76.1 del Código Penal, el máximo cumplimiento efectivo de condena no podrá superar los 25 años de prisión.
Situación procesal
El juez ha decidido mantener al procesado en libertad provisional mientras se fija fecha para el juicio, imponiéndole la obligación de comparecer quincenalmente ante el juzgado y la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de las instalaciones deportivas de Villaescusa, de dos víctimas menores y de cualquier otro recinto deportivo del país frecuentado por menores de edad.













