La Guardia Civil de Cantabria ha arrestado a treinta personas y ha puesto bajo investigación a otra más al culminar la operación ‘Bartarra’ contra la ciberdelincuencia, un dispositivo dirigido a combatir la oleada de fraudes digitales que acecha a la región. Los agentes, especializados en detectar y esclarecer delitos informáticos, identificaron a los presuntos autores tras trasladarse a Barcelona y Tarragona, donde residían y articulaban sus estafas con el uso de nuevas tecnologías.
Las investigaciones se centraron principalmente en la modalidad de smishing y vishing. Las víctimas recibían un mensaje SMS que simulaba proceder de su banco, alertando de supuestos problemas en el acceso a su cuenta digital. El engaño continuaba con una llamada telefónica en la que, haciéndose pasar por empleados de la entidad, les solicitaban un código recibido previamente por mensaje. Al facilitarlo, los ciberdelincuentes validaban transferencias a sus propias cuentas, vaciando los fondos de sus víctimas. Veinticuatro de los arrestados y el investigado están implicados directamente en estos fraudes, que suman cerca de 90.000 euros.
El Equipo @ también rastreó otros casos como compras fraudulentas y cargos no autorizados en tarjetas bancarias de afectados. Entre los hechos esclarecidos figuran más de diez compras online con la tarjeta de una víctima y ventas ficticias de objetos como una excavadora y cartas coleccionables que nunca llegaron a su destinatario, por lo que tres personas han sido detenidas. El fraude del “falso hijo en apuros”, que consiste en simular mensajes urgentes pidiendo dinero, y casos de sextorsión vinculados a páginas de contactos han propiciado otras tres detenciones en la región.
La Guardia Civil aconseja extremar las precauciones y no acceder a enlaces recibidos via SMS ni compartir claves, aunque la petición se haga por teléfono aparentando ser representantes del banco. Ante mensajes de desconocidos a través de WhatsApp, especialmente si dicen ser hijos con problemas urgentes, recomiendan validar la identidad con preguntas solo conocidas por el familiar o recurrir a los canales habituales de contacto. Y para compras online, se recomienda usar plataformas seguras y reconocidas que garanticen la entrega de los productos adquiridos.