Las tecnologías de Captura y Utilización de Carbono (CCU) se presentan como una de las piezas clave para reducir las emisiones industriales y avanzar hacia una economía más sostenible. Con el objetivo de acelerar esa transición, el Centro Tecnológico CTC ha celebrado en el Gran Casino del Sardinero el encuentro CCU Connect, un foro que ha congregado a más de un centenar de representantes del ámbito tecnológico, empresarial, científico y público para debatir sobre el papel del CO₂ como recurso de valor añadido.
Durante la apertura del evento, la directora general de CTC, Beatriz Sancristóbal, subrayó que España “aún no dispone de una estrategia nacional específica”, pero advirtió que “quien se adelante y demuestre su capacidad con proyectos reales, obtendrá una ventaja competitiva clave”. Además, consideró que transformar las emisiones en productos industriales reutilizables supone “una oportunidad única para innovar y reindustrializar Cantabria desde una perspectiva sostenible”.
La jornada, financiada por SODERCAN y patrocinada por empresas como Atlanthy, Cementos Portland Valderrivas, Regenera, RIC Energy, Track Técnicas Reunidas y VBE6D, abordó la cadena de valor completa de la captura del CO₂ con la participación de 26 ponentes nacionales. Los distintos bloques temáticos analizaron aspectos como las nuevas tecnologías de absorción y conversión, la regulación europea, el papel del hidrógeno verde y los casos industriales que ya demuestran la viabilidad de estos procesos.
El director de Innovación de CTC, Álvaro Rodríguez, destacó que Cantabria “cuenta con las condiciones ideales para situarse a la vanguardia de este tipo de tecnologías”, gracias a la presencia de centros de investigación como la Universidad de Cantabria o el propio CTC y a un tejido industrial que demanda soluciones para reducir su huella de carbono. “La colaboración entre conocimiento científico y las necesidades reales de las empresas es la clave para acelerar la descarbonización de nuestro modelo productivo”, afirmó.
El encuentro dejó patente la apuesta del CTC por posicionar a la comunidad como socio tecnológico de referencia para el desarrollo de nuevos adsorbentes para capturar CO₂, la creación de catalizadores que transformen el gas en productos químicos y combustibles sostenibles, y la digitalización de procesos para optimizar su eficiencia. Con más de 1,8 millones de toneladas de emisiones industriales anuales, Cantabria busca así convertir la reducción de carbono en un motor económico y de innovación para su tejido empresarial.